Autor: Dr. Hatem Al-Hajj
Las buenas obras te acercarán a Allah
Allah dice:
“Pero hubiera sido mejor para ellos haber hecho aquello a lo que se les exhortó y hubiera sido una afirmación más fuerte {de su creencia}” (Sura de las Mujeres, 5:66).
Se narró de Abu Hurairah que el Mensajero de Allah dijo:
“Allah ha dicho: “Quienquiera que dañe a un wali (amigo o partidario) mio le declararé la guerra. Y mi siervo no se ha acercado a Mí con algo más querido para mí que lo que He hecho obligatorio para él (faridah). Y continúa acercándose a mí con el nawafil (las obras no obligatorias preferibles) hasta que yo lo amo, y cuando lo amo Me convierto en el oído con el que oye, y la vista con la que ve, y la mano con la que actúa, y su pierna con el que camina, y si me pide, yo le daré, y, si se refugia en mí, yo lo protegeré…”” (Al Bujari).
¿Por qué adoramos a Dios?
La adoración tiene que ver con nuestra purificación. La purificación del iman (la creencia) y de nuestro taqwa (temor reverencial), puesto que Allah ni se beneficia ni perjudica por nuestra adoración. En un Hadiz Qudsi Allah dice:
“¡Oh siervos míos! He hecho la opresión ilegal sobre mí mismo y he hecho que sea ilegal entre los vosotros. Así que no os oprimáis los unos a los otros. ¡Oh siervos míos! Todos ustedes están mal encaminados, excepto aquellos a quienes he guiado, así que buscan mi guía y yo te guiaré. ¡Oh siervos míos! Todos ustedes están desnudos, excepto aquellos de ustedes a quienes he vestido, por lo que buscar la ropa en Mí y yo os vestiré. ¡Oh siervos míos! Todos ustedes tienen hambre, excepto aquellos de ustedes a quienes he alimentado, buscar vuestros alimentos en Mí y Yo os daré de comer. ¡Oh siervos míos! Cometéis errores en la noche y en el día y Yo perdonó todos las fala. Busca el perdón de Mi parte y Yo os perdonaré.
¡Oh siervos míos! Vosotros nunca podréis dañarme y nunca podréis beneficiarme. ¡Oh siervos míos! Si el primero de vosotros y el último de vosotros y los genios de entre vosotros y los hombres de entre vosotros, temiesen a Allah como el mejor de entre vosotros, esto no aumentaría mi Majestad en nada.
¡Oh siervos míos! Si el primero de vosotros y el último de vosotros y los genios de entre vosotros y los hombres de entre vosotros, perpetrasen los peores crímenes, esto no disminuiría Mi Majestad en nada. ¡Oh siervos míos! Si el primero de vosotros y el último de vosotros y los genios de entre vosotros y los hombres de entre vosotros, se pusiese de un lado y me pidiesen, les daría a cada uno lo que me pide y aun así esto disminuiría Mi Majestad; es como si metieses una aguja en el océano” (Muslim).
Cuando se nos prescribe el ayuno es para que no acerque a Allah. Allah dice:
¡Creyente! Se os ha prescrito el ayuno al igual que se les prescribió a los que les precedieron. ¡Ojalá tengáis temor (de Allah)! (Sura de la Vaca, 2:183).
Ni su sangre ni su carne ascienden a Allah, lo que llega a Allah es vuestro temor de Él. Así es como os los has puesto a vuestro servicio para que ensalcéis a Allah por haberos guiado. Y da las buenas noticias a los que hacen el bien (Sura dela peregrinación, 2:37).
Y cuando das caridad es para acercarte a Allah. Allah ha dicho:
Toma de sus riquezas sádaqa, con ella los limpiarás y los purificarás. Y pide por ellos, pues realmente tus oraciones son para ellos una garantía. Y Allah es quien oye y quien sabe (Sura at-Tawba, 9:103).
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Este artículo es un extrácto del artículo: “Los actos de adoración como forma de reforzar los lazos entre el siervo y su Selor” por el Dr. Hatem Al-Haj que fue preparado para un conferencia en Austin, Tejas, en 2002. Se publicó por primera vez en drhatemalhaj.com.