Por: Redacción
Lamentablemente, los prejuicios y desigualdades, que han asolado históricamente a la humanidad, continúan existiendo y son responsables de un sufrimiento incalculable. En este contexto el tema de los derechos humanos es especialmente pertinente.
¿En que se basan los derechos humanos? ¿Podemos llegar a un entendimiento común sobre estos derechos, asegurándonos que sean otorgados a cada miembro de la sociedad? Estas son algunas de las preguntas que han sido discutidas en documentos históricos tales como La Carta Magna, La Declaración Francesa de los Derechos Humanos, La Declaración de Derechos de los Estados Unidos de América y La Convención de Ginebra.
Sin embargo, a menudo pasamos por alto el hecho de que estas preguntas ya han sido abordadas por diversas tradiciones religiosas. El modelo Islámico de los derechos humanos, en particular, es notable por su rigor, su visión y su relevancia con los tiempos modernos.
La contribución hecha por el Islam a los derechos humanos solo puede ser apreciada cuando esta se compara con la realidad histórica y con la actual. La desigualdad social, racial, de género y religión siempre ha existido. Las desigualdades económicas y sociales han permitido que se oprima a la gente humilde; los prejuicios raciales han causado el sometimiento y la esclavitud de millones de personas; la discriminación de género ha causado la subyugación de la mujer y creado culturas machistas; y los sentimientos generalizados de superioridad religiosa y de intolerancia han llevado a la persecución en contra de personas con diferentes creencias.
Al tratar el tema de los derechos humanos dentro del Islam, es importante distinguir entre los derechos humanos textualmente prescritos, su aplicación incorrecta y su interpretación errónea. Así como las sociedades occidentales siguen luchando contra el racismo y la discriminación, las sociedades musulmanas siguen luchando por implementar plenamente los derechos humanos Islámicos.
Los Derechos Humanos en el Islam son Una Orden Divina
Lo que distingue a los derechos humanos Islámicos es que estos son el resultado natural de la práctica de la fe, de las buenas acciones y de la excelente conducta social, características que todo musulmán reconoce como mandatos divinos. El Noble Corán dice:
“En verdad Allah ordena la justicia, la excelencia y dar a los parientes próximos; y prohíbe la indecencia, lo reprobable y la injusticia. Os exhorta para que podáis recapacitar.” [Noble Corán, 16:90]
Dignidad e Igualdad
Los derechos humanos son el derivado de dos principios fundamentales: la dignidad y la igualdad. La dignidad es un derecho fundamental que debe otorgarse a toda persona, por virtud de su humanidad. El Noble Corán dice:
“Es cierto que hemos honrado a los hijos de Adán. Los llevamos por la tierra y por el mar, les damos cosas buenas como provisión y les hemos favorecido con gran preferencia por encima de muchas criaturas.” [Noble Corán 17:70]
En cuanto a la igualdad, el siguiente versículo Coránico es explícito:
“¡Hombres! Os hemos creado a partir de un varón y de una hembra y os hemos hecho pueblos y tribus distintos para que os conocierais unos a otros. Y en verdad que el más noble de vosotros ante Allah es el que más Le teme. Allah es Conocedor y está perfectamente informado.” [Noble Corán 49:13]
Por lo tanto, lo que distingue a un ser humano del otro, ante los ojos Dios, es su piedad y el temor a Él.
La proliferación de la humanidad, en varias razas y etnias, son signos de la Majestuosidad y Sabiduría de Allah. Las diferencias físicas y raciales entre los seres humanos no implican desigualdad. Por lo cual, la superioridad y la discriminación racial están prohibidas dentro del Islam y contradicen su esencia. Este concepto se ejemplifica en el siguiente Hadiz del Profeta, que la paz sea con él, que es parte del Discurso de Despedida:
“Ningún árabe tiene superioridad sobre un no-árabe, ni un no-árabe tiene superioridad sobre un árabe. tampoco un hombre blanco tiene superioridad sobre un hombre negro, ni el hombre negro tiene superioridad alguna sobre el hombre blanco. todos ustedes son hijos de adán, y adán fue creado a partir de la arcilla.”
Igualdad de la Mujer
Como creación de Dios, la mujer tiene los mismos derechos espirituales que el hombre; es recompensada por su oración y sus actos de caridad, pero también es llevada a cuenta por sus acciones, ya sean buenas o malas, en esta vida. El Noble Corán dice:
“Y quien haga acciones de bien, sea varón o hembra, y sea creyente… esos entrarán en el Jardín y no se les hará ni una brizna de injusticia.” [Noble Corán 4:124]
Tanto el hombre como la mujer tienen responsabilidad para con su familia y la sociedad, como se menciona, claramente, en los siguientes versículos:
“Los creyentes y las creyentes son amigos aliados unos de otros, ordenan lo reconocido como bueno y prohíben lo reprobable, establecen la oración, entregan la caridad y obedecen a Allah y a Su mensajero. A éstos Allah les hará entrar en Su misericordia; es cierto que Allah es Poderoso, Sabio.” [Noble Corán, 9:71]
Bajo la ley Islámica, la mujer tiene el derecho a tener propiedades y empresas, a participar en transacciones financieras, a votar, a recibir herencia, a obtener una educación y a participar en asuntos políticos y jurídicos. El hecho de que muchas sociedades Musulmanas no otorgan estos derechos a la mujer, es un ejemplo de cómo el ser humano puede errar al tratar de implementar las Leyes Divinas.
Derecho a la Vida y a la Seguridad
El derecho básico, que se debe otorgar a todo ser humano, es el derecho a la vida. El Noble Corán, reconoce este derecho, como se menciona en el siguiente versículo:
“Y no matéis a nadie que Allah haya hecho inviolable a menos que sea por derecho.” [Noble Corán 17:33]
“Quien mata a un ser humano sin razón – no en represalia por el asesinato o la corrupción en la tierra – es como si hubiera matado a toda la humanidad.” [Noble Corán 5:32]
La postura del Islam en cuanto al derecho a la vida es que esta es una confianza de Dios. Ningún ser humano tiene el derecho de quitarle la vida a otro, a menos que sea sentenciado por un tribunal competente, siguiendo el debido proceso jurídico.
No solo se le concede al ser humano el derecho a no ser perjudicado, sino que también tiene el derecho a ser protegido de cualquier daño – físico o de cualquier otra índole. Por lo que, bajo la ley Islámica, una persona es legalmente responsable si, por ejemplo, pudiendo evitarlo, permite que un invidente muera a causa de una caída fatal.
Incluso en estado de guerra, el Islam ordena el trato noble del enemigo en el campo de combate. El Islam ha trazado líneas claras para definir qué miembros del país enemigo son considerados combatientes y quienes no. En cuanto a los civiles, ya sean mujeres, niños, ancianos, enfermos, etc., las instrucciones del Profeta son las siguientes:
“No mates a ningún anciano, a ningún niño, ni a ninguna mujer.”
“No mates a los monjes en sus monasterios.”
Durante una guerra, el Profeta observó el cuerpo de una mujer tirado en el suelo y dijo: “Ella no estaba peleando. ¿Por qué entonces la mataron?”
Por lo cual, los civiles tiene el derecho a la vida, aunque su país esté en guerra con un país Islámico.
Libertad de Credo
Contrariamente a lo que se cree, un estado Islámico genuino está obligado a no sólo permitir, sino a respetar la diversidad religiosa. Por lo que un no-Musulmán, viviendo bajo un estado Islámico, tiene el derecho de practicar su fe de acuerdo a su religión.
Cuando la Península Ibérica, la actual España, se encontraba bajo dominio musulmán, la ciudad de Córdoba, fue considerada el “centro intelectual de Europa”, estudiantes de doquier llegaban a estudiar filosofía, ciencia y medicina bajo eruditos musulmanes, Judíos y Cristianos.
“Esta opulenta y sofisticada sociedad toleró otras religiones; cuando la tolerancia era desconocida en el resto de Europa….En la España Musulmana, miles de Judíos y Cristianos vivieron en paz y armonía bajo gobernantes Musulmanes.” [Burke, 1985, p. 38]
El musulmán posee un carácter íntegro y trata justamente a todo ser humano, independientemente de su origen étnico, nacional o religioso; sean amigos o enemigos. El Noble Corán dice:
“¡Vosotros que creéis! Sed firmes en favor de Allah, dando testimonio con equidad. Y que el odio que podáis sentir por unos, no os lleve al extremo de no ser justos. ¡Sed justos! Eso se acerca más a la temerosidad. Y temed a Allah, es cierto que Él conoce perfectamente lo que hacéis.” [Noble Corán, 5:8]
“El sentido de justicia en el Islam es uno de los más grandes ideales en el Islam, porque, como he leído en el Corán, encuentro que estos principios, tan importantes en nuestra vida, no como algo místico sino como una ética práctica que debemos implementar en la conducta diaria de nuestras vidas y que puede ser aplicada por todo mundo.” [Conferencias sobre “Los Ideales del Islam” Sarojini Naidu, Madrás, 1918, p. 167]
Derechos y Responsabilidades Mutuas
Queda claro, con lo antes mencionado, que la ley Islámica le otorga a todo individuo derechos, estipulados por Dios, es sus roles específicos, ya sea de cónyuge, padre, hijo, pariente, vecino, amigo, e incluso enemigo.
En cuanto a la distribución de derechos y responsabilidades, el Islam ha cubierto los factores sociales, raciales, de género y sectarios que devastan al mundo. Aunque gran parte del mundo, incluyendo naciones musulmanas, todavía no han implementado por completo el modelo de los derechos humanos y responsabilidades mutuas estipuladas en el Islam, aún existe un gran potencial para la reforma individual y social.
Fuente: https://religiondelislam.com