Los ritos del Hajj (1)

Los ritos del Hajj (1)

Los ritos del Hajj (1)

Autor: Shayj Abdalhaqq Bewley

Los que quieren hacer el Hajj tienen que entrar en el estado de ihram, poniendo la intención clara de llevarlo a cabo y tras hacer una oración obligatoria o voluntaria. La entrada en estado de ihram tiene lugar cuando se pasa un punto determinado que se conoce con el nombre de miqat. Una vez en este estado se convierten en prohibidas una serie de cosas antes permitidas. Los hombres no pueden llevar ropas con costuras ni cubrirse la cabeza. Las mujeres pueden vestir ropas normales pero no pueden cubrirse la cara. También está prohibido caza, matar piojos, insectos similares o cualquier animal, exceptos los especificados como peligrosos, tener contactos sexuales de cualquier tipo, luchar o reñir, casarse, afeitarse, peinarse o rascarse la cabeza o cualquier cosa que pueda eliminar el pelo del cuerpo o la cabeza, cortarse la uñas, usar perfume o embellecer el cuerpo en modo alguno. Antes de entrar en ihram es sunna hacer ghusl y rezar dos rak’ats; hecho esto es el momento en el que empieza el Hajj y se debe poner la intención formal de hacerlo.

Del mismo modo que con el takbirat al ihram cortamos con el mundo y entregamos nuestra atención a Allah mientras dura la oración, también con el ihram del Hajj nos apartamos de las preocupaciones normales de la vida y nos entregamos al servicio de Allah, en la manera que Él ha prescrito y hasta que el Hajj termine. Podría decirse que, mientras dura el estado de ihram, el cuerpo no cuenta y lo único que tiene importancia es la conexión con nuestro señor. Hay que comer y hacer wudu pero, aparte de esto, nos olvidamos del cuerpo y de su aspecto. Es el único momento en el que acicalarse está prohibido y dejarse llevar es obligatorio.

Según la dirección en la que no acerquemos a Makka hay cuatro miqats. En estos días en los que mucha gente hace el Hajj volando directamente a Jeddah, que está más allá de los miqats, la práctica habitual es ponerse el ihram antes de subir al avión y volver a poner la intención de hacer el Hajj cuando se vuela sobre uno de los miqats. A partir de este momento las actividades mencionadas antes son haram, prohibidas.

Después de entrar en el estado de ihram se debe recitar la expresión llamada la talbiya que empieza diciendo: Labbayk Allahumma labbayk (A Tu servicio, oh Allah a Tu servicio). Esto debe repetirse de forma periódica a lo largo de todo el viaje, especialmente después de la oraciones obligatorias, al alba, cuando se encuentran grupos de gente y en otros momentos apropiados aunque sin caer en el exceso. Cuando se entra en Makka no debe recitarse la talbiya hasta que se hayan completado los ritos iniciales del tawaf y el sa’y; luego ser recita de nuevo hasta que se rezan las oraciones unidas en ‘Arafat.

Cuando se llega a Mekka lo mejor es ir cuanto antes a la Mezquita Sagrada y entrar por la puerta de los Banu Shayba. Una vez en el interior de la mezquita debe irse a la Piedra Negra. Lo mejor es besarla o tocarla, pero si no fuera posible por la aglomeración de gente en ese lugar, basta con hace un gesto mirando hacia la Piedra Negra al tiempo que se dice “Allahu Akbar”.

Luego, y a partir de este punto se entra en la rueda incesante del tawaf, circunvalando la casa antigua en sentido opuesto a las agujas del reloj. En este primer tawaf del Hajj los hombres deben dejar al descubierto el hombro derecho; las primeras tres circunvalaciones deben de hacerse entre andando y corriendo, y las última cuatro con un paso normal. Hay que asegurarse de rodear la pared semicircular del Hiyr Isma’il que está en el lado de la Ka’ba opuesto a la Piedra Negra. Cada vez que se pasa junto a la Piedra Negra debe besarse o tocarse si es posible (no siempre lo es) o al menos saludarla con la mano diciendo “Allahu Akbar”; hay que honrar también la Esquina Yemení, anterior a la esquina de la Piedra Negra, pero tocándola mejor que besándola.

Una vez completadas las siete circunvalaciones  hay que dirigirse al Maqam de Ibrahim, que está situado frente a la pared de la Ka’ba donde está la puerta, y rezar dos rak’ts en ese lugar. Luego, y tras beber un poco de agua de Zamzam,  se va hacia la roca de Safa para empezar el sa’y. Subiéndose a la misma mirando hacia la Ka’ba unos instantes se hacen súplicas. Luego se desciende de la roca para unirse a la multitud y recorrer la distancia que la separa de Marwa. A mitad del recorrido hay dos señales de color verde que indican la presencia del antiguo cauce del río y donde se debe acelerar el paso llegando incluso a correr. Al llegar a  Marwa hay que llegar a la roca y repetir lo hecho en Safa. Luego se regresa a Safa para hacer lo mismo que al principio, y de nuevo se va a Marwa repitiendo el recorrido siete veces y terminando en este último lugar; así quedará completado el rito del sa’y. Si se está haciendo lo que se llama Hajj at’tamattu’ se cortará el pelo y se sale del estado del ihram que se retomará cuando se salga de Makka en dirección a Mina. Si se hace alguno de los otros dos tipos de Hajj se sigue con el ihram.

Fuente: Libro ‘Islam creencias y prácticas básicas’

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