Por: Redacción
La sabiduría del Profeta Muhammad, que la paz sea con él, abarcaba todas las esferas de la vida, desde lo personal a lo social, y también en cuanto a llevar una vida sana y equilibrada. Esto son nueve hábitos saludables del Profeta Muhammad, que la paz sea con él, que él mismo practicaba y que animaba a otros a practicar. Hábitos que la ciencia ha probado ahora que son de mucho beneficio.
1) Levantarse temprano: el Profeta Muhammad, que la paz sea con él, se acostaba temprano y se despertaba con el Adhan de Fajr todos los días. Madrugar se ha correlacionado científicamente con una mejor productividad, así como con una mejor salud mental en general. Por lo tanto, levantarse temprano puede ser difícil, pero con pasos pequeños, incluso empezando solo con 15 minutos antes de lo habitual, puedes comenzar a mejorar tu calidad de vida.
2) Comer menos: El Profeta Muhammad, que la paz sea con él, enfatizó la práctica de comer menos para prevenir enfermedades y mejorar la salud, y ahora ha sido respaldada en gran medida por la ciencia. El concepto islámico “1/3 para la comida, 1/3 para los líquidos y 1/3 para el aliento” coincide muy estrechamente con el concepto japonés “hara hachi bu”, lo que significa comer hasta que esté solo un 80% lleno.
3. Comer despacio: ahora sabemos que nuestro cuerpo tarda 20 minutos en enviar señales a nuestro cerebro de que está lleno. Comer lentamente te ayudará a comer menos alimentos y mejorar la digestión, y es una práctica que el Profeta Muhammad, que la paz sea con él, ponía en práctica y recomendaba.
4. Alimentación consciente: “Comer juntos y no por separado, puesto la bendición está en la compañía”. El profeta hizo hincapié en esto, y hoy compartir y disfrutar de la comida ha demostrado reducir el estrés, mejorar las relaciones familiares y románticas y desarrollar hábitos alimenticios saludables en los niños.
5. Agua: “No beber agua de una vez, sino beber en dos o tres respiraciones”, es la forma en que el Profeta Muhammad, que la paz sea con él, bebía agua. La ciencia hoy demuestra que cuando una persona bebe demasiada agua en un corto período de tiempo puede experimentar dolores de cabeza, desequilibrio en los niveles de electrolitos en la sangre y, a veces, mareos. Beber lentamente ayuda a absorber el líquido y obtener el mayor beneficio.
6. Granadas: se cree que las granadas fueron la fruta favorita del profeta, y la investigación científica moderna ha demostrado que las granadas son uno de los alimentos más saludables del planeta. Contienen manganeso, que ayuda en la formación de estructuras óseas durante el proceso metabólico, y potasio, que ayuda a mantener la función celular y mantiene un equilibrio en los niveles de líquidos. También son ricas en flavonoides y polifenoles, antioxidantes que protegen nuestros cuerpos contra las enfermedades del corazón.
7. Ayuno: la evidencia reciente muestra que no solo los alimentos que comemos, sino que también nuestros horarios y patrones de alimentación tienen un profundo impacto en nuestra salud. El ayuno era una práctica habitual de la vida del Profeta Muhammad, que la paz sea con él, no solo durante el Ramadán. Ayunaba hasta Maghrib todos los lunes y jueves, y también los días 13, 14 y 15 de cada mes. Esto es similar a la práctica de ayuno intermitente, que ha demostrado equilibrar los niveles hormonales, prevenir el estrés oxidativo y reducir la inflamación general. Cuando lo piensas, ¡cuanto menos comida pongas en tu cuerpo, menos se centra en la digestión y más se puede centrar en la curación de ciertas dolencias!
8. Dátiles: los dátiles son los alimentos perfectos para romper el ayuno ya que estabilizan los niveles de azúcar en la sangre, reequilibran los niveles de electrolitos en la sangre y ayudan a iniciar el sistema digestivo en preparación para la comida. El Profeta Muhammad, que la paz sea con él, también recomendó comer dátiles antes del parto. Ahora se ha mostrado que los dátiles aumentan la producción de oxitocina en el cuerpo y aceleran el parto.
9. Mantenerse activo: cumplir tres de los cinco pilares del Islam requiere que los musulmanes tengan buena salud y estado físico; la oración en sí misma es una forma de ejercicio que requiere el movimiento de los músculos y las articulaciones del cuerpo. La buena salud también es necesaria si se tiene la intención de ayunar o participar en el Hayy. El Profeta Muhammad, que la paz sea con él, alentó enérgicamente el ejercicio físico y les dijo a los padres que fomentaran la actividad física en sus hijos también “enseñándoles a nadar, montar a caballo y tiro con arco”.
Fuente: The Daily Crisp / Traducido y editado por newmuslim.net