Pequeñas acciones con una gran recompensa

Aunque a los ojos de la gente algunas acciones puedan parecer insignificantes, nos pueden traer una inmensa recompensa

Aunque a los ojos de la gente algunas acciones puedan parecer insignificantes, nos pueden traer una inmensa recompensa

Por: Abu Amina Elias

Allah ha hecho posible muchas buenas acciones para nosotros, actos de adoración y de bondad hacia otros, que son fáciles de hacer y tienen una gran recompensa. Estas acciones pueden parecer poco a los ojos de la gente pero pueden ser muy pesadas a nuestro favor en nuestra escala en el Día del Juicio. Hemos de familiarizarnos con ellas para así poder ponerlas en práctica en nuestro día a día y ganarnos sus bendiciones.

Es posible que la acción más fácil de hacer sea llenar nuestras día con la alabanza, la glorificación y la súplica a Allah. Cada súplica o alabanza que hagamos se nos contará como una buena obra y borrará nuestras malas acciones. Por supuesto, no hemos solo de decirlas externamente, sino que hemos de ser sinceros en el significado de estas súplicas y alabanzas.

Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, la paz sea sobre él, dijo:

“Dos palabras son amadas por el Misericordioso. Son ligeras para la lengua y pesadas en la escala: la gloria y la alabanza son de Allah y la gloria es de Allah el Excelso”. (Bujari 7124)

Abu Huraira transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea sobre él, dijo:

“Quien declare que no hay dios excepto Allah, que es Único y son asociados, de Él es la soberanía y la alabanza y Él es poderoso sobre todas las cosas, cien veces al día, tendrá la recompensa de haber liberado a 10 esclavos, cien buenas acciones le serán escritas, cien malas acciones le serán borradas y estará a salvo del demonio ese día hasta el anochecer. Nadie le sobrepasará excepto quien las recite más a menudo que él. Quien declaré la gloria de Allah cien veces al día, sus faltas serán borradas incluso aunque sean tan numerosas como la espuma del océano”. (Sahih Muslim, 2691)

Abu Musa transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“¿No he de deciros sobre un tesoro de entre los tesoros del Paraíso? Decir: No hay fuerza ni poder excepto por Allah”. (Sahih Bujari, 3910)

Abu Hurairah transmitió que el Profeta Muhammad, que la paz sea con él dijo:

“Quien se purifica en su casa con la ablución y anda a una casa de entre las casas de Allah para cumplir con una obligación de entre las obligaciones de Allah, de cada uno de sus pasos uno eliminará una falta y otro le elevará en estación”. (Sahih Muslim, 666)

Hacer cada uno de las cinco oraciones con sus requerimientos, siendo sinceros internamente y cumpliendo con sus preceptos externamente, es como bañarse en un río cinco veces al día. Cuando estas oraciones se hacen de forma correcta, limpian nuestra alma de las faltas espirituales y borran nuestras faltas menores de tal manera que se nos purifica el corazón.

Abu Hurairah transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Si hubiese un rió a la puerta de cada uno de vosotros, y os bañarais en él cinco veces al día ¿quedaría algo de suciedad?”. Dijeron (los Sahaba presentes): “No quedaría ningún resto de suciedad”. El Profeta dijo: “Este es el ejemplo de las cinco oraciones con las que Allah borra las faltas”. (Sahih Bujari, 505)

Después de la oración no hemos de precipitarnos a nuestro asuntos mundanos sin recordar a Allah. De igual manera que necesitamos un ejercicio de enfriamiento en el gimnasio después de una sesión, deberíamos hacer un enfriamiento después de la oración glorificando, alabando y exaltando a Allah diez veces, pero mejor treinta y tres. Somos muchos los que perdemos esta oportunidad porque nos distraemos con asuntos mundano después de la oración.

Abu Hurairah transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Glorificad, exaltar y alabar a Allah treinta y tres veces después de cada oración”. (Sahih Muslim, 595)

Abdullah Ibn Amr transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Hay dos prácticas que llevarán al musulmán al Jardín si persevera en ellas. Son fáciles, pero aquellos que las hacen son pocos. Es glorificar a Allah diez veces, alabar a Allah diez veces y exaltar a Allah diez veces al final de cada oración, puesto que son ciento cincuenta en la lengua pero mil quinientos en la balanza. Y es el glorificar a Allah treinta y tres veces, y alabar a Allah treinta y tres veces y exaltar a Allah treinta y cuatro veces antes de dormir, puesto que son cien en la escala pero mil en la balanza. Por lo que ¿quien de vosotros comete mil quinientas faltas al día?”. Respondieron (los Sahaba) ¿como es que son fáciles pero son pocos los que lo practican?”. El Profeta respondió: “El Shaytan se acerca a uno de vosotros durante el Salat y le hace recordar una necesidad por lo que termina la oración sin decirlo, y el Shaytan va a él por la noche y le hace dormirse sin decirlo”.

Además de las cinco oraciones, hemos de acostumbrarnos a hacer las oraciones voluntarias durante el día. Quien hace una práctica regular el hacer doce raka’at voluntarios durante el día, tendrá una casa construida para él en el Jardín.

Umm Habiba transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“No hay ningún siervo musulmán que haga para Allah doce raka’at durante el día, además de los obligatorios, sin que Allah le construya una casa en el Paraíso”. Umm Habiba dijo: “Nunca he dejado de hacerlos después de esto”. (Sahih Muslim, 728)

La recitación del Corán es una forma muy fácil de ganarnos una inmensa recompensa. Cada letra que recitemos nos será guardada como diez buenas obras y cada versículo que memorizamos nos elevará un grado en el Paraíso.

Abdullah ibn Mas’ud transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Quien recita una letra del Libro de Allah recibirá una buena acción equivalente a diez buenas acciones. Y no digo que Alif Lam Mim es un letra, sino que Alif es una letra, Lam es una letra y Mim es una letra”. (Tirmidhi, 2910)

Abdullah ibn ‘Amr transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Se le dirá al compañero del Corán: ‘Recita y asciende como recitabas en el mundo. Ciertamente tu rango será determinado por el último versículo que recites”. (Tirmidhi, 2914)

Incluso si la recitación del Corán se nos hace difícil, para aquellos de nosotros que no hablamos árabe, hemos de recordar que la recompensa es doble.

Aisha transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“El ejemplo de quien recita el Corán y es perseverante en ello y es difícil para él es el de quien recibe una recompensa doble”. (Sahih Bujari, 4653)

El saludo con la paz es una forma fácil de extender el amor entre los miembros de la comunidad y hacer buenas acciones. Si saludamos con “la paz sea sobre ti así como la misericordia de Allah y sus bendiciones” (as-salaamu alaykum wa rahmatullahi wa barakatuhu) habremos ganada treinta buenas acciones cada vez.

Imran ibn Hussein transmitió: “Un hombre vino al Mensajero de Allah, que la paz sea sobre él, y dijo: ‘Que la paz sea sobre ti’. El Profeta dijo: ‘Diez (buenas acciones)’. Luego otra hombre vino al Profeta y dijo: ‘Que la paz sea sobre ti y la misericordia de Allah’. El Profeta dijo: ‘Veinte (buenas acciones)’. Luego otro hombre vino al Profeta y dijo: ‘Treinta (buenas acciones)’. (Tirmidhi, 2689)

El ayuno puede ser algo difícil para muchos, pero con la práctica se vuelve más fácil. Hemos de recordar que ayunar un día no aleja del fuego la distancia de setenta años de viaje.

Abu Sa’id transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“No hay siervo que ayune en el camino de Allah sin que Allah distancie su rostro del fuego la distancia de setenta años de viaje”. (Sahih Muslim, 1153)

Esta gran recompensa es incluso más fácil de obtener el los días de invierno.

Anas transmitió que el Abu Hurairah, que Allah está complacido con él, dijo: “¿Queréis que os diga de ganancias fáciles?” Dijeron: “¿Cuales son Abu Hurairah?”. Abu Hurairah dijo: “Ayunar en invierno”. (Hilyat Al-Awliya, 1356)

Hemos de hacer acciones de bien para otros, incluso animales. Un acto de bondad pequeño puede parecer trivial a los ojos de la gente pero son grandes para Allah, dado que hay gente que ha entrado en el Paraíso por ellos.

Abu Hurairah transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Una vez un hombre estaba sediento mientras caminaba en un viaje. Cuando encontró un pozo bajó a él y bebió. Luego subió y vio a un perro con la lengua colgando de la sed y lamiendo el suelo. El hombre se dijo: “Este perro sufre de sed tal y como yo sufría de sed”. Volvió a bajar al pozo, llenó su zapato con agua y lo cogió con la boca mientras volvía a subir. Luego dio al perro de beber. Allah apreció este acción, por lo que Le perdonó”. Se dijo: “Oh Mensajero de Allah ¿hay una recompensa para la bondad incluso con los animales?”. El Profeta dijo: “En toda cosa viviente hay una recompensa por la bondad”. (Sahih Muslim, 2244)

Este hombre fue al Paraíso por su acto de bondad para con el perro, por lo que ¿cuánto más grandes ha de ser la recompensa para con la gente?

Allah censura a los musulmanes que hacen la oración pero que esta no les lleva a dar ‘ayudas simples’ o ‘pequeñas bondades’ hacia otros.

Allah dice:

Pero ¡ay de aquellos que rezan! Siendo negligentes con su Oración. Esos que hacen ostentación y niegan la ayuda imprescindible. (Corán, 107:4-7)

Ibn Kazir transmitió: Ibn Mas’ud explicó el significado de ‘ayuda imprescindible’ diciendo: “Son cosas que las gente se prestan y se dan, como un hacha, una olla, un cubo y cosas parecidas”. (Tafsir Ibn Kazir, 107:7)

Esta ayuda simple a nuestros vecinos es una forma sencilla de obtener la complacencia de Allah, pero abstenerse de estas acciones es un acto de miseria e hipocresía.

El Profeta no dijo que incluso medio dátil que damos en caridad o incluso una palabra bondadosa pueden hacer que se incline nuestra balanza el el Día del Juicio, por lo que nunca hemos de despreciar ninguna buena acción independientemente de como pequeña sea.

Adi ibn Hatim transmitió que el Mensajero de Allah, que la paz sea con él dijo:

“Protegeros del fuego incluso con medio dátil en caridad, y si no podéis entonces con una buena palabra”. (Bujari, 6195)

Todo esto son buenas acciones de las que nos podemos beneficiar en nuestro día a día, acciones que no nos cuestan mucho pero que pueden traernos una gran recompensa en esta vida y en la otra.

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Fuente: http://abuaminaelias.com Traducido y editado por New Muslims

 

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