Extracto de una entrevista a Shaykh Abdalhaqq Bewley
Traducido por New-muslim.info/es
Todo ser humano, incluidos los europeos, tiene un corazón. El corazón humano es la sede de la creencia y el órgano capaz de adquirir el conocimiento de Allah. Debido a esto cada ser humano es potencialmente capaz de convertirse en un creyente. Y cuando Allah quiere guiar a alguien, da igual de dónde sea, Él llena sus corazones con la creencia en, y esto les lleva a hacerse musulmanes. Hay tantas maneras de que esto suceda como hay personas que se hacen en musulmanas, pero lo cierto es que hay ciertos aspectos espirituales del Islam, que afectan directamente al corazón, en especial todas las diversas formas de dhikrullah, y estos aspectos son con frecuencia un elemento significativo en la conversión al Islam en el caso de los europeos, así como en el de otros.
En el caso de los europeos, sin embargo, la cabeza a menudo tiene prioridad sobre el corazón y las consideraciones intelectuales también desempeñan un papel importante en la conversión de la gente de este continente hacia el Islam. Todos los europeos inteligentes son conscientes de que hay muchas cosas que están mal en la sociedad en la que viven, por lo que otro factor importante en la decisión de convertirse en musulmán es el hecho de que el Islam ofrece soluciones convincentes para muchos de los males que afligen al mundo post-moderno, secular y consumista que habitan.
Tomemos algunos ejemplos. Una gran proporción de la delincuencia, violenta y de otros tipos, que ha llegado a proporciones epidémicas en nuestro tiempo está estrechamente relacionado con el consumo de alcohol y drogas. Yo sé que esto es verdad porque solía dedicar algún tiempo cada semana a visitar las prisiones, y en nueve de cada diez casos de los reclusos que vi, el alcohol o las drogas habían sido una gran parte de la razón por la que se encontraban encarcelados. Si a esto le sumamos el gran porcentaje de accidentes provocados por el alcohol, la creciente incidencia del alcoholismo, con sus consiguientes problemas sociales y el número sin precedentes de personas que dependen de drogas de todo tipo, la medida coránica que prohíbe los intoxicantes no necesita mayor aclaración.
El efecto de la usura, en particular en su forma más prevalente de prestar dinero con interés, es sentido por cada habitante del mundo. Sólo en Gran Bretaña, la asombrosa suma de más de veinte mil millones libras, es la que deben los particulares a las compañías de crédito, bancos, tiendas, cajas y prestamistas de dinero para poder procurarse los bienes de consumo comprados a crédito. El costo humano de esto es aumento de la angustia y la discordia en un gran número de familias, y para muchos la más absoluta desesperación por no poder llegar a fin de mes, dando lugar a un creciente número de suicidios.
En la escena internacional, la situación es la misma o incluso peor. En algunos países, el producto nacional bruto no es suficiente para pagar, ni siquiera, los intereses sobre el dinero que se ha pedido prestado, lo que significa que cada persona de esos países está trabajando para los bancos extranjeros. La situación es abrumante y esto es sólo la punta del iceberg. Los efectos subyacentes de la usura han corroído todos los aspectos de la vida humana de maneras sutiles que no son inmediatamente evidentes, pero que se remontan directamente a la introducción y práctica de la usura. Baste decir que la usura es un veneno que contamina todo lo que toca. Estaba prohibido para los judíos y los cristianos, pero buscaron la forma de desobedecer su ley. Su prohibición en el Corán no deja margen de maniobra.
No se puede negar que la propagación de la plaga del SIDA, que amenaza ahora a tantos millones de vidas, se ha debido, casi exclusivamente, a la promiscuidad sexual en una escala nunca antes vista por la raza humana, y más particularmente por las prácticas homosexuales, que eran hasta hace muy poco reconocidas como antinaturales e ilegales por todas las sociedades del mundo. La forma en que esta desviación aberrante ha pasado de ser un anatema a ser casi universalmente aceptado y aprobado, es una de las maravillas del mundo moderno. Aparte de esto están los terribles crímenes de violación e incesto, cuya regularidad y aumento los ha hecho parece casi algo común.
Una vez más, en esta área vital de la vida, el Islam es la clave. Lejos de ser suprimida, la sexualidad se fomenta explícitamente dentro del Islam y se la da un amplio espacio a su expresión. Sin embargo, sus límites se han hecho claros y las sanciones por sobrepasarlos extremadamente graves. Al mismo tiempo, las oportunidades para el sexo fuera de los límites establecidos se mantienen en un mínimo. Debido a que las familias extendidas y el dar hospitalidad son parte integral de la vida islámica, la vida familiar musulmana es plena y abierta, y las corrientes emocionales peligrosas, que con frecuencia conducen a la delincuencia en la situación de la familia nuclear, se disipan inofensivamente en el tumulto general.
Mucho se ha dicho acerca de la barbarie de la ley penal en el Islam, pero hay dos puntos que raramente se señalan. Uno, es que solo se puede aplicar en una situación en la que el Islam es dominante y los que están sometidos a él (el Islam) lo aceptan. La segunda es que es abrumadoramente eficaz. En Arabia Saudita, donde la ley islámica se aplica probablemente más que en cualquier otro sitio -aunque de manera muy desigual- he visto gente dejar un gran montón de dinero sin vigilancia durante quince minutos mientras atendías a otros asuntos, sin ningún temor de que fuese robado, y es bastante habitual que los comerciantes dejan tiendas llenas de mercancías valiosas completamente desatendidos mientras van a rezar. El alivio de los que viven en esta atmósfera, después del violento clima tomar todo lo encuentres al que estamos acostumbrados, tiene que ser experimentado para ser entendido. Genera una actitud completamente diferente hacia la vida y la propiedad. Y el hecho es que no se ve a cientos de personas caminando alrededor sin manos.
El último, y quizás el más importante aspecto del Islam que quiero mencionar, es el efecto incalculable del acto físico de la oración, que puntúa el día de todos los musulmanes. Este acto pone la adoración a Dios en el lugar que le pertenece, en el centro de la vida humana, y asegura la salud de la sociedad en su conjunto. Da a la gente una perspectiva correcta sobre la existencia de modo que no se vuelvan totalmente absortos en la vida de este mundo. Es un recordatorio constante de la naturaleza insustancial de esta vida, que la muerte es inevitable y que lo que la sigue continuará para siempre y depende de la forma en que vivimos. La aceptación de la responsabilidad implícita en esta actitud hace a las personas propensas a vivir dentro de los límites de Allah y a no transgredirlos desenfrenadamente. Se crea una situación en la que la gente ve que la auto-gratificación inmediata no es, necesariamente, en sus mejores intereses y que realmente hay beneficio en la generosidad, la paciencia y el buen carácter.
Estos son algunos de los aspectos que atraen a los europeos al Islam, aunque me gustaría subrayar, una vez más, que la guía está solo en las manos de Allah, que no existe una regla general y que la historia de cada uno en su viaje al Islam es completamente única.
Fuente: http://bewley.virtualave.net/interview2.html