Ramadán ha terminado ¿y ahora qué?

Ramadán ha terminado ¿y ahora qué?

Ramadán ha terminado ¿y ahora qué?

Autor: Idris Tawfiq

Con qué rapidez volvamos a las rutinas de la vida.

¿Recuerdas ir a rezar por la noche a la mezquita durante Ramadán y encontrar muchas otras personas? ¿Recuerdas levantarte para hacer Fajr en la mezquita y tener que llegar temprano para encontrar un espacio en la primera fila? ¿Recuerdas todos los versículos del Corán que recitamos? Entonces, ¿qué pasó? ¿Dónde se han ido todas esas personas?

Apenas hemos terminado Ramadán y todo vuelve a ser como era antes.

Entonces, ¿qué podemos hacer para aumentar nuestro compromiso como musulmanes y cómo podemos seguir viviendo algunas de las bendiciones que hemos experimentado en el Ramadán?

Bueno, en primer lugar tenemos que ser realistas. Tal vez nos las apañamos para hacer cosas adicionales en el Ramadán, pero ¿es realmente realista pensar que podemos levantarnos en medio de la noche para rezar o recitar el Corán?

Ramadán es una gracia especial, un regalo de Allah con el que nos ayuda a hacer todas estas cosas extra. El ayuno se hace por agradar a Allah, pero el ayuno también nos ayuda y nos capacita para seguir adelante y hacer cosas adicionales por el amor de Allah. Debido a que hemos hecho el esfuerzo de ayunar durante el día, nos sentimos inspirados a comprometernos aún más. Es por esto que el Ramadán es un tiempo tan especial. Asimismo, en el Ramadán tenemos el conocimiento añadido que el conjunto de la comunidad musulmana esta ayunando con nosotros. En los países de mayoría musulmana también tenemos la TV y la Radio hablando de Ramadán todo el tiempo.

Con todos estos apoyos retirados una vez que el Ramadán ha terminado, es fácil pensar que estamos por nuestra cuenta de nuevo. Pero hay mucho que podamos hacer.

Como musulmanes nunca estamos solos, incluso si somos el único musulmán en nuestra ciudad o lugar de trabajo. Imagine la Kaaba en La Meca. Los musulmanes que hacen el Salat allí no rezán en filas rectas para ponerse frente a la Kaaba, como lo hacemos en nuestras mezquitas. En cambio, sus filas rodean la Kaaba, ya que está justo delante de sus ojos. Ahora, imagine un lago de agua muy quieto. Si dejas caer una piedra en el agua verás cómo las ondas van hacia el exterior. Las filas de oración alrededor de la Kaaba son así. Los círculos se vuelven cada vez más y más grande hasta que son demasiado grandes para la Meca misma y se extienden hacia el exterior, más allá de Arabia Saudita y por todo el mundo.

De hecho, en cualquier parte del mundo donde estemos rezando, nos encontramos en uno de esos círculos, vinculados a los musulmanes en diferentes partes del mundo, todos mirando en la misma quiblah (dirección). Así que no hay musulmán que tenga que sentirse que está solo.

Cada vez que hacemos el Salat, no sólo tenemos ángeles rezando junto a nosotros, sino que también estamos rezando en la misma línea que algunos de nuestros hermanos y hermanas de todo el mundo.

Planifique para sus objetivos

Con eso en mente, podemos fijar nuestras metas para después de Ramadán. Pero tienen que ser realistas. Tenemos, de hecho, que elaborar un plan de lo que queremos hacer.

Si la hermandad del Islam es lo que más te ha impresionado en Ramadán y es lo que más te gustaría continuar, entonces ahora es el momento de hacer algo al respecto. Como dice el refrán, “golpea mientras el hierro está caliente”. Únase a un grupo. Vea lo que las mezquitas locales o grupos de musulmanes tienen que ofrecer. Esto no sólo podría estar relacionado con la oración, pero podría incluir obras de caridad o incluso un equipo de fútbol. Lo importante es dar el paso y unirse. Si no hay un grupo existente incluso podrías sugerir a tus amigos o al imán que te gustaría comenzar uno.

Y qué mejor manera de mantener el espíritu del Ramadán que hacer lo que nuestro amado Profeta (la paz sea con él) hizo.

Si deseas continuar con el ayuno por Allah no tienes que esperar hasta el próximo año, puedes hacer lo que el Profeta Muhammad (la paz sea con él), sugirió. Nos animó a ayunar los lunes y los jueves. Abu Hurairah narra que el Profeta (la paz sea con él) dijo:

“Las acciones se presentan (a Allah) los lunes y jueves, y me gusta que mis acciones se muestran cuando estoy ayunando.” (At-Tirmidhi, 747)

Así que al hacer esto estarás haciendo lo que el Profeta hizo.

También es una de nuestras tradiciones como musulmanes ayunar seis días durante el mes de Shawwal, el mes que sigue a Ramadán, excepto, por supuesto, durante el Eid en el que no se puede ayunar. El Profeta Muhammad dijo que:

“Quien ayune Ramadán y lo siga con seis días en el mes de Shawwal es como si ayunase todo el año.” (Muslim, 1164)

Así que si sientes que puedes hacer este ayuno extra estarás continuando directamente las buenas acciones de Ramadán y estarás imitando al mejor de los hombres (la paz sea con él). En el ayuno en estos días extra a lo largo del año nos recuerda lo que hicimos en el Ramadán y esto en sí mismo nos animará a hacer más, Inshallah.

Puedes querer fijarte el objetivo de tratar de recitar más Corán, como lo hiciste con fervor en Ramadán. Por ejemplo, de acuerdo con Abd-Allah ibn ‘Amr ibn al-‘ Aas, el Profeta (la paz sea con él) dijo que:

“Quien recite diez versos en qiyam no será registrado como uno de los olvidadizos”. (Al-Mundhiri)

En otras palabras, recitar sólo diez versículos del Corán en el tiempo antes de Fajr es algo que está recomendado. Ahora, ¿recitar diez versículos no es demasiado difícil no?

Y si encuentras recitar el Corán difícil, como les pase a mucho que son nuevos en el Islam, simplemente escucha estas palabras de nuestro Profeta (la paz sea con él):

“En verdad quien recita el Corán maravillosamente, sin problemas, y con precisión, estará en la compañía de los ángeles nobles y obedientes. Y en cuanto a la persona que recita con dificultad, tartamudeando o tropiezo a través de sus versos, entonces tendrá el doble de la recompensa”. (Al-Bujari, 459 y Muslim, 798)

¿Y por qué no comprometerse ahora, al llegar al final de Ramadán, a levantarse a tiempo por la mañana para hacer Fajr, ya sea en la mezquita o en casa? Colocar despertadores en diferentes partes de la casa es una buena manera de despertar a los durmientes más profundos ¿O por qué no organizar con otros amigos musulmanes el despertarse entre ellos o incluso ir juntos a hacer Fajr?

Hay muchas maneras en las que podemos continuar con estas buenas obras que hicimos en Ramadán. En lugar de dejar que el Ramadán se convierten en un recuerdo feliz, vamos a tratar de llevar el espíritu del Ramadán al resto del año. Haciendo sólo un poco de esto seremos mejores musulmanes, Inshallah.

 Fuente: Traducido con ligeras modificaciones editoriales por New-Muslims.info de: http://www.onislam.net

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