Por: Abdalghany Melara
La sharía es el ámbito protegido que hace posible el conocimiento del Creador.
Lo que los musulmanes entendemos por religión no es un sistema de credos y prácticas surgidos en un momento puntual de la historia sino un continuo que empieza con el primer hombre y primer profeta, Adam, sobre él la Paz, y culmina con el sello de la profecía Muhammad, sobre él la Paz, cuyo mensaje es válido hasta el final de los tiempos y continua de forma viva en todos sus seguidores y en especial en los hombres de conocimiento de su comunidad que enseñan y aplican su práctica o sunna.
Lo que llamamos Islam es el nombre que recibe la última conformación del mensaje divino. Tanto el Corán, el último de los libros revelados, como el profeta Muhammad, al que Allah le dé Su gracia y paz, el último de los mensajeros enviados, son la expresión de la culminación del camino de los profetas, que no supone una ruptura con lo anterior sino su consecuencia anunciada en los otros mensajes.
Dice Allah en Su libro: « Luego te hemos situado sobre una sharía (un camino) del asunto (el Din), síguela y no sigas los deseos de los que no saben.»
Antes de nada es necesario explicar someramente la palabra Din, que se suele traducir como “religión”. En su raíz está la idea de obediencia y sometimiento, así como la idea de deuda o ser retribuido por algo. El Din es la expresión de la adoración y reconocimiento debidos a Allah. Él declara en Su libro: « Y no he creado a los genios y a los hombres sino para que Me adoren» Y el resultado y el propósito de la adoración es el conocimiento, luego se puede decir que hemos sido creados para conocer a nuestro Creador.
La raíz de la shari’a es el lugar desde el que se baja al abrevadero, el camino que conduce al agua. Se puede decir que es el camino que conduce a la vida de los corazones y los espíritus, puesto que el agua es la vida de los seres vivos.
El Din que trajeron todos los mensajeros es la adoración de Allah, Él Solo, sin copartícipe, como dice Allah en el Corán: « Y no hemos enviado antes de ti ningún mensajero sin haberle inspirado que no hay dios sino Yo, adoradme pues» Y en el hadiz, dice el Profeta, al que Allah le dé Su gracia y paz: “ Nosotros, el conjunto de los profetas, somos hijos de esposas de un mismo hombre, nuestro Din es uno”.
Así pues, el elemento común entre ellos es la adoración de Allah, Él Solo, sin copartícipe, aunque sus sharías (sus caminos) y métodos fueran distintos, como dice Allah: « A cada uno de vosotros le hemos dado un camino y un método.»
Y dijo el Profeta, que Allah le dé Su gracia y paz,: ” Lo mejor que hemos dicho yo y los profetas anteriores a mí es: La ilaha illa-llah (No hay dios sino Allah ), Él Solo ,sin asociado.”
“La ilaha illa-llah” (No hay dios sino Allah), significa que no hay nadie que pueda prescindir de todo lo que no sea él, a la vez que todo lo demás tenga necesidad y dependa de él, excepto Allah; puesto que el significado de “ilah”, que traducimos como dios, es aquel que no necesita ni depende de nada ni de nadie, mientras que todo lo demás necesita y depende de él.
Esta es la esencia del mensaje divino, esto es lo que han traído todos los profetas y mensajeros que han sido enviados a los distintos pueblos a lo largo de la historia de la humanidad. Lo mejor del pensamiento humano, sus mayores logros, proceden de la inspiración divina.
La sharía son los parámetros dentro de los cuales la adoración a Allah, y por consiguiente el conocimiento de Él, pueden llevarse a cabo. Es el ámbito protegido en el que el mensaje divino se puede poner en práctica individual y socialmente. Las leyes establecidas por los hombres están a merced de sus deseos y pretensiones y son estrechas, la sharía es misericordia y expansión porque procede de Creador de los cielos y de la tierra.
Fuente: www.islamhoy.com