Por: Redacción
Que el medio ambiente y la naturaleza está sufriendo a causa de la mala utilización y abuso de los recursos naturales es una realidad que ya casi nadie se atreve a discutir. Esto no solo está afectando al cambio climático, sino a la desaparición de especies, la contaminación ambiental y la destrucción de ecosistemas entre otras cosas. Algunas de las consecuencias de esto, entre muchas otras, son el endurecimiento de las condiciones de vida en muchas regiones, la impredecibilidad de fenómenos naturales como tsunamis, huracanes y lluvias torrenciales, el deshielo de los polos con el consecuente aumento del nivel del mar y el calentamiento global.
El ser humano es la pieza clave en todo esto, para bien o para mal. Es el principal causante y, junto con muchas otras especies, el principal sufridor de las consecuencias. Pero cuando pensamos sobre esto, se nos puede hacer algo abstracto, inabarcable ¿como puede un individuo como yo solucionar algo de tal magnitud? La realidad es que uno solo no puede, pero la unión de mucho individuos por una causa hace que la fuerza se multiplique y entonces se puedan llevar a cabo acciones decisiva.
Para entender nuestra responsabilidad hemos de comprender que todos y cada uno de nosotros tenemos una responsabilidad para con la naturaleza, que es la creación de Allah y que Él nos ha ordenado que cuidemos, protejamos y usemos de forma responsable.
En un Hadiz dice el Profeta, que la paz sea con él: “Ciertamente que la tierra es un lugar hermoso y verde, y Allah os ha hecho Su representante en ella, y Él ve como os comportais”. (Muslim)
Y en un versículo del Corán Allah dice:
Y cuando tu Señor dijo a los ángeles: Voy a poner en la tierra a un representante Mío*. *[En árabe “jalifa”, de donde viene califa. El hombre es el califa o el representante de Allah en la tierra.] (La Vaca 2:30)
Allah nos ha creados a nosotros y a la creación y nos ha hecho a cada uno responsables de aquella parte que le toca. Es cierto que pensar sobre la inmensidad de la tarea que significa cambiar la dinámica del proceso de cambio climático puede ser sobrecogedor, pero cuando lo reducimos a una escala menor, a lo que cada uno puede hacer, entonces parece más fácil. Y si todo hiciéramos lo que podemos, el impacto sería inmenso.
Cuando alguien nos confía algo que hemos de devolver, que nos los presta para que nos beneficiemos de ello pero luego lo devolvemos, somos cuidadosos de no dañarlo para dejarlo en las mejores condiciones posibles. De esta misma manera Allah nos ha ‘prestado’ la tierra y cuanto ella contiene para que vivamos en ella y la disfrutemos, y ha puesto en ella criaturas de todo tipo que también se benefician y de las que nos beneficiamos.
Allah dice en el Corán:
Allah no impone a nadie sino en la medida de su capacidad; tendrá a su favor lo que haya obtenido y en su contra lo que se haya buscado. (La Vaca 2:286)
Ser cuidadosos con el agua, responsables con el medio ambiente en nuestro consumo y desperdicio, no abusar de los recursos, ser misericordiosos con la creación, todo esto son tareas que podemos llevar a cabo en nuestro día a día.
Para el musulmán, hacer esto no es simplemente una cuestión de ética, sino en agradecimiento por el regalo que Allah nos ha dado y de responsabilidad con él.
La pregunta entonces es: ¿si la tierra fuera tuya, la desperdiciarías?