Por: Redacción
Todos aspiramos a que, por la misericordia de Allah, podamos entrar en el Jardín en la próximas vida. Para esto, además de esforzarnos en cumplir con aquello que Allah nos ha ordenado y realizar buenas obras, hemos de evitar caer en las faltas graves para que estas no nos arrastren.
Lo primero que hemos de saber es cuáles son estas faltas graves. En un Hadiz (dicho) del Profeta, que la paz sea con él, dijo:
“Evitar las siete grandes faltas (pecados) destructivas”. Los Sahaba (compañeros del Profeta) preguntaron: “Oh Mensajero de Allah, ¿cuáles son?”. Dijo: “Adorar a otros junto a Allah, practicar la magia, matar a quien Allah ha hecho inviolable excepto con una causa justa, comer (beneficiarse) de la usura, comer (beneficiarse) de la riqueza del huérfano, darle la espalda al enemigo en la batall y acusar a mujeres creyentes que son justas y castas”. (Bujari y Muslim)
Estas siete faltas graves son algunas de aquellas que hemos de evitar para que Allah nos libre del fuego.
La primera mencionada en el Hadiz es asociar algo con Allah.
Dice Allah en el Corán:
Realmente han caído en incredulidad quienes dicen: Allah es el Ungido, hijo de Maryam. Cuando fue el Ungido quien dijo a los hijos de Israel: ¡Adorad a Allah! Mi Señor y el vuestro. Quien asocie algo con Allah, Allah le vedará el Jardín y su refugio será el Fuego. No hay quien auxilie a los injustos. Y han caído en incredulidad los que dicen: Allah es el tercero de tres, cuando no hay sino un Único Dios. Si no dejan de decir lo que dicen, ésos que han caído en la incredulidad tendrán un castigo doloroso. (La Mesa Servida, 5:72)
Esta es la primera falta grave puesto que implica que no reconocemos y creemos en la unidad de Dios, único y sin asociados. Que no somos capaces de ver que toda la creación indica al Creador y que este es Único. Esto es un derecho de Allah, y quienes atribuyen copartícipes a Dios están siendo injustos consigo mismos, puesto que el hecho de que reconozcamos a Dios, único y sin asociados, a Él no le suma ni le resta nada, puesto que su Grandeza está por encima de esto, sino que somos nosotros los que no somos capaces de hacer justicia a nuestra condición de seres creados y no reconocemos a quien nos ha dado la vida.
La segunda falta es practicar la magia.
Dice Allah en el Corán:
Siguen lo que practicaron los demonios en el reinado de Sulayman. Pero no fue Sulayman quien cayó en incredulidad, sino que fueron los demonios al enseñar a los hombres la magia que le había sido revelada a los dos ángeles Harut y Marut en Babil*. Estos no enseñaban a nadie sin antes advertirle: Somos una prueba, no caigas en la incredulidad. Así aprendieron de ellos cómo separar al hombre de su esposa.* Pero no perjudicaron a nadie sin permiso de Allah. Aprendieron lo que les perjudicaba y no les beneficiaba y ciertamente supieron que quien adquiriera ese conocimiento no tendría parte en la Última Vida. ¡Ojalá hubieran sabido cuán malo era el precio por el que vendieron sus almas! *[Babilonia] *[Transformando el amor en odio] (La Vaca, 2:102)
La magia es considerada incredulidad, puesto que es atribuir poder a algo que no es Allah. Es pretender que la persona que la práctica tiene un poder sobre la creación para cambiarla o transformarla, y el único que tiene poder sobre la creación es Allah. En este sentido, la magia es una forma de Shirk, de asociar algo con Dios.
El tercero es quitar una vida cuando no hay razón ni justicia para ello.
Dice Allah en el Corán:
Por esto les decretamos a los hijos de Israel que quien matara a alguien, sin ser a cambio de otro o por haber corrompido en la tierra, sería como haber matado a la humanidad entera. Y quien lo salvara, sería como haber salvado a la humanidad entera. (La Mesa Servida, 5:32)
Quitar una vida de forma injusta es una de las faltas más graves que puede cometer un ser humano, y el Hadiz lo pone directamente después de asociar algo con Allah. Esto es porque solo Allah tiene el poder de decretar la vida y la muerte y tomar una vida sin tener una causa justa para ello es una injusticia contra Dios y contra la persona que muere. Las causas justas en el Islam por las que quitar una vida está permitido son muy pocas, y nunca se puede tomar por el juicio de uno mismo, sino que solo puede suceder en caso de que haya un juicio y pruebas y testigos irrefutables. En cualquier otra circunstancia está prohibido. Y tomarse la justicia por la mano también está prohibido. Así como matar inocentes, hombres, niños, mujeres, ancianos, sean musulmanes o no.
La cuarta falta mencionada es beneficiarse de la usura.
La usura es la injusticia social más grande que el ser humano puede cometer. Es aprovecharse de los demás para beneficio propio y crear riqueza de la nada. En este sentido, la usura se asimila a la incredulidad y a la magia, porque pretende crear algo de la nada, algo que solo Allah puede hacer. Además, la usura impide que la riqueza circule por la sociedad de forma sana y establece un círculo viciosos en el que la riqueza va de los que menos tiene a los que más. Dice Allah en el Corán:
Eso es porque dicen: La usura es como el comercio. Sin embargo Allah ha hecho lícito el comercio y ha prohibido la usura. (La Vaca, 2:275)
Y también:
¡Vosotros los que creéis! Temed a Allah y renunciad a cualquier beneficio de usura que os quede, si sois creyentes. Y si no lo hacéis, sabed que Allah y Su Mensajero os han declarado la guerra. (La Vaca, 2:278-279)
La quinta falta que se menciona es beneficiarse de la riqueza de los huérfanos
Allah ha prohibido esto puesto que quien es huérfano no tiene un protector y quien se beneficia de ellos está cometiendo una injusticia terrible y abusando de quien es débil. Dice Allah en el Corán:
A quien Allah extravía no tendrá a nadie que lo proteja aparte de Él. Y verás cuando los injustos vean el castigo y digan: ¿Hay alguna forma de volver atrás? (La Consulta, 42:44)
Y Dijo el Mensajero de Allah:
“Yo y quien patrocina a un huérfano estaremos en el Jardín así”, e hizo un gesto juntando su dedo índice y corazón. (Muslims)
La sexta falta que se menciona es darle la espalda al enemigo en el campo de batalla.
Esto es así puesto que mostrando signos de cobardía, abandonando a sus hermanos y perdiendo la confianza en Allah. Excepto que se parte de un plan o estratagema, o sea una necesidad o el número de enemigo sea mayor de 3 a 1.
La séptima y última falta mencionada es acusar a una mujer que es creyente, justa y casta de algo que no ha hecho o no tiene intención de hacer.
Dice Allah en el Corán:
Y a los que acusen a las mujeres honradas sin aportar seguidamente cuatro testigos, dadles ochenta azotes y nunca más aceptéis su testimonio. Esos son los descarriados. (La Luz, 24:4)
Hacer esto es motivo de extender corrupción en la tierra, meter cizaña en la sociedad y romper las relaciones entre el marido y la esposa. El Islam se establece para lo contrario, para poner orden en la tierra y dejar que la creación siga su curso natural, para que haya armonía entre el marido y la mujer y puede haber amor entre ellos y una descendencia recta y para que se establezca la justicia y paz social.
A pesar de la gravedad de estas faltas, Allah siempre acepta el arrepentimiento de quien se vuelve a Él sinceramente. Y, si hemos cometido alguna de estas faltas, hemos de volvernos a Allah y pedir su perdón. Dice Allah en el Corán:
¡Y pedid el perdón de Allah! Allah es indulgente, misericordioso. (El Envuelto en el Manto, 73:20)
Quien obra mal o es injusto consigo mismo, si luego pide perdón a Allah, encontrará a Allah indulgente, misericordioso. (Las Mujeres, 4:110)