Tener consideración por los demás y por ti mismo es parte de la Sunna

Por: Redacción

El Profeta, que Allah le dé su gracia y paz, dijo:

Haz las cosas fáciles (para las personas) y no las trate con dureza. Dales buenas noticias y no hagas que te odien. (Sahih al-Bukhari)

Esta Hadiz nos enseña a tener consideración por los demás. Si estudiamos el corpus de Hadith, nos daremos cuenta que era la práctica del Profeta del Islam tener el máximo respeto por los demás y preocuparse por ellos. Debemos abstenernos completamente de la dureza, ya sea en palabra o hecho. Esta era la práctica del Profeta.

Tener en cuenta a los demás no significa ser indiferente a las personas o dejarlas como están. Sino que significa adoptar el punto de partida correcto para el proceso de reforma que los llev a mejorar sus acciones y carácter. El método correcto de reforma es hacer concesiones a los aspectos externos de las acciones de las personas y centrarse más en los aspectos internos de, siempre sin dejar de lado nada que sea imprescindible pero teniendo en cuenta las circunstancias y facilitando los asuntos. Esto se debe a que la reforma de la dimensión interna no se produce mediante la reforma de la dimensión externa, sino que es cuando el ser interno se reforma que la dimensión externa llega a transformarse también.

Un beneficio de tener en cuenta a las personas y preocuparse por ellos es que seguir el camino de la religión no les parece difícil. De este modo, intentarían adoptar enseñanzas religiosas sin sentirse rechazados. Como resultado, una persona se reforma primero internamente, y luego, gradualmente, sus acciones externas también toman la forma religiosa.

Tener en cuenta a los demás es otro nombre para un enfoque sabio. Y es un hecho consagrado que la verdadera transformación siempre se produce a través de un método sabio, no a través de uno imprudente. El método que usa quiere ayudar a los demás siempre debe ser el de tener respeto por las personas. Toda la atención de la persona que quiere ayuda a los demás debe estar en tratar de inculcar el espíritu de la religión entre las personas. Tan pronto como surge este espíritu, las personas comienzan a comportarse y de acuerdo con la religión, algo que nunca se podría alcanzar con medidas extremas.

En cambio, lo contrario, el hacer las cosas complicadas para la gente exigiendo demasiado de ellos antes de que están preparados, les hará que esto sea una carga y es posible que abandonen incluso la acción más simple y fácil por no saber por dónde empezar.

Pasa algo similar con las buenas palabras. Cuando hablamos a la gente con buenas palabras y les damos buenas noticias, la gente se alegra y nos escucha, en cuanto hablamos con dureza o de cosas desagradables, dejan de escucharnos. Esto no quiere decir que tengamos que comprometer la verdad en ningún momento, sino que hemos de buscar la forma de decir las cosas que no dañe a la gente.

Esto que es necesario en nuestras relaciones con los demás también es necesario para con nosotros mismos. No hemos de cargarnos con más de lo que podemos llevar ni pretender abarcar demasiado y hacernos las cosas difíciles. Como dice el Hadiz:

La acción más amada para Allah es la que es constante aunque sea pequeña.

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