Por: Redacción
Las pruebas y la posibilidad de cometer faltas son parte de la vida. Todos nosotros cometeremos faltas en algún momento de nuestras vidas, tal vez muchas veces en un solo día. No debemos poner excusas por nuestros faltas y errores y hemos arrepentirnos por ellos, pero tampoco debemos caer en el otro extremo de maldecirnos por cometer una mala acción y desesperar de la misericordia de Allah.
Allah nos creó imperfactos, débiles y con posibilidad de cometer malas acciones como parte de nuestra prueba en la tierra. Cometer malas acciones es parte de nuestra naturaleza, así como es parte de nuestra naturaleza actuar correctamente. Si no cometiésemo malas acciones, como los ángeles, Allah nos reemplazaría con otra creación que sí lo hiciese a quienes Él perdonaría.
Abu Huraira transmitio que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Por Aquél en cuya mano está mi alma, si no hiciérais malas acciones, Allah os reemplazaría con personas que si las haría y buscaran el perdón de Allah y Él los perdonaría. (Saḥīḥ Muslim 2749, grado: Sahih)
Este Hadiz indica que la presencia de las malas acciones, en nosotros mismos y en el mundo, se debe a la voluntad de Allah y no a ningún error en su creación. Si Allah hubiese querido crear gente sin faltas, podría haberlo hecho. Pero es su voluntad resucitarnos para el juicio en el más allá basado en nuestras acciones. Allah quiere que usemos nuestra capacidad de decisión para elegir la justicia, no simplemente ser forzados a ello.
También es parte de de Allah el perdonar y mostrar misericordia. Fuimos creados para ser bendecidos por Sus atributos de Perdón y Misericordia. Cuando cometemos una mala acción, nos arrepentimos y logramos el perdón, estamos cumpliendo la voluntad de Allah de manifestar Sus atributos.
Al-Qari comenta sobre esta tradición, escribiendo: Para que Él pueda perdonarlos por ello en cumplimiento de Sus atributos de Perdón y Clemencia.
Y Zayd al-‘Arab dijo: En esta tradición encontramos el aliento para infundir la esperanza sobre el miedo. (Mirqāt al-Mafātīḥ 2328)
En consecuencia, cuando perdonamos a otros y mostramos misericordia por Allah, la voluntad de Allah se está cumpliendo a través de nosotros.
El Profeta, que la paz sea con él, nos informó que Allah nos creó con una naturaleza que comete faltas como un medio de inculcar esperanza en nosotros por el perdón y la admisión al Paraíso, pero el Hadiz no está destinado a que demos por sentado este perdón.
Al-Tibi dijo: Esta tradición no es para entretener a quienes están absortos en sus faltas, como los engañados se imaginan acerca de Allah. De hecho, los Profetas, la paz y las bendiciones sean con ellos, fueron enviados para disuadir a las personas de la mentira de las malas acciones. Sino que es una declaración del perdón de Allah y Su pasar por alto las falta de quienes las cometes, para que puedan encontrar esperanza en el arrepentimiento. El significado del hadiz es que, así como a Allah ama dar a los justos, también le ama perdonar a quienes cometes faltas. (Mirqāt al-Mafātīḥ 2328)
Al mismo tiempo, no debemos caer en el otro extremo de enfatizar la naturaleza que tiende a la mala acción de los seres humanos, descuidando su sentido innato de la rectitud. Allah creó a la gente con la capacidad de actuar correctmente o de forma incorrecta, y nuestra lucha (o jihad) es purificar nuestros corazones de maldad.
Allah dice:
¡Por un alma y Quien la modeló! Y le infundió su rebeldía y su obediencia. Que habrá triunfado el que la purifique y habrá perdido quien la lleve al extravío. (Surat al-Shams 91:7-10)
Por esta razón, la puerta del arrepentimiento está abierta para quienes cometen faltas hasta el final, porque en cualquier momento una persona puede despertar y activar su naturaleza justa. Uno no debe condenarse o maldecirse a sí mismo si comete una mala acción.
Aisha transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Ninguno de vosotros debería decir: Mi alma se ha vuelto malvada, sino que diga: mi alma ha cometido una mala acción. (Ṣaḥīḥ al-Bukhārī 5825)
Demasiado temor de Allah está en el espectro opuesto a demasiada esperanza. Temer a Allah hasta el punto de la desesperación es tan malo como tener esperanza en Allah hasta el punto del descuido.
La verdad es estar equilibrada entre el miedo y la esperanza, reconociendo nuestra naturaleza que comete faltas mientras nos esforzamos por cumplir nuestra naturaleza justa. Debemos pensar en el miedo y la esperanza como las dos alas de un ave, que usar a la vez para que podamos volar en nuestro viaje hacia Allah.
Ibn al-Qayyim, que Allah tenga piedad de él, escribe: El corazón en su viaje hacia Allah Todopoderoso es como si fuera un pájaro. El amor es su cabeza, y el miedo y la esperanza son sus dos alas. Si la cabeza esté segura, entonces las dos alas volarán bien. Si se le corta la cabeza, el pájaro morirá. Cuando cualquiera de las dos alas está daña, el ave se vuelve vulnerable a todos los cazadores y depredadores… Algunos de los justos predecesores dijeron: El mejor de los estados es equilibrar la esperanza y el miedo y dejar que el amor prevalezca sobre ellos. El amor es el vehículo y la esperanza y el miedo son sus dos conductores, y Allah los llevará a Sus bendiciones y generosidad. (Madārij al-Sālikīn 1/513)
Todos nosotros cometeremos alguna falta en algún momento, pero eso no es razón para perder la esperanza. Todos las faltas pueden ser perdonados a través de un arrepentimiento sincero y enmendar a aquellos a quienes hicimos mal en el mundo.
Anas ibn Malik transmitió que el Mensajero de Allah, la paz y las bendiciones sean con él, dijo:
Todos los hijos de Adán cometen faltas, y los mejores entre ellos son quienes se arrepienten. (Sunan al-Tirmidhī 2499, grado: Sahih)
Por lo tanto, el arrepentimiento, no es simplemente un acto que hacemos de vez en cuando, sino parte constante de nuestra vida.
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