Autor: Qadi Iyad
El Zakat al Fitr es obligatorio para todo musulmán que tenga que pagarlo, sea mayor o menor, libre o esclavo, varón o hembra, cuerdo o demente, rico o pobre; si puede y le sobre de sus sustento y del sustento de su familia, aunque sea de aquellos a los que les está permitido tomarlo.
Y el hombre tiene que pagarlo por cada musulmán cuya manutención recaiga sobre él, sean parientes, esposas o esclavos, a excepción del asalariado y del esclavo no musulmán.
Se hace obligatorio con la puesta del sol del último día de Ramadán y antes del despuntar el alba del día del Fitr, y se dice que todo el día es ámbito de su obligatoriedad (y cabe pagarlo durante él). Y esto incluye a quien haya nacido o muerto o se haya hecho musulmán, si le alcanza el momento de su obligatoriedad tiene obligación (de pagar o de que lo paguen por él si depende de otro).
Es recomendable entregarlo antes de salir hacía el lugar de oración (de la oración del ‘Id) y debe entregarse en los granos que son alimento habitual en el país y en la cantidad de una sa’a (medida que equivale a 4 mud, o lo que cabe en ambas manos juntas. Es el equivalente a 2.5 kg.) por cada individuo, y se le debe dar a todo pobre indigente que lo necesite en la medida de la familia que tenga, sea mucha o poca. Y algunos ‘ulama ven recomendable no darle a nadie (de entre los que son beneficiarios del Zakat) más del Zakat de una persona (de lo que pagó una persona).
Y lo obligado, si el emir es justo, es entregárselo a él para que él se encargue de repartirlo. Y Allah, sea exaltado, es Quien da éxito en el acierto por Su favor.