Autor: Centro Cultural Islámico de Valencia
Ramadan es un mes sagrado y por tanto está lleno de grandes bendiciones. Constituye un verdadero signo de la sabiduría de Allah. El Aid al Fitr tenemos una verdadera oportunidad de purificarnos mediante Zakat al Fitr (el azaque de Ramadan)
Zakat habitualmente se traduce como limosna (sadaqa) o impuesto, aunque es más bien el derecho que tienen los pobres sobre los que tienen más que ellos. Pues porque toda provisión viene de Allah, el que tiene debe ser generoso, pues Allah es generoso y nos da en abundancia. El pago del azaque es obligatorio en dos ocasiones: una vez al año y al final de Ramadan.
El zakat sirve para fortalecer los vínculos de hermandad entre la comunidad musulmana (umma). Observando el Zakat al Fitr nos purificamos y eliminamos vanidad y diferencias de nuestra comunidad.
Zakat al Fitr es obligatorio. Esto deriva de la legislación del Profeta. Ibn Umar nos cuenta que su pago se hizo obligatorio a todo musulmán a final de Ramadan. Abu Said al Judri narró que ellos solían dar Zakat al Fitr en cantidad de un saa (la medida de cuatro manos llenas) de pasas, dátiles, grano o queso, por cada hombre y mujer, libre o esclavo, joven o viejo. Seguir la legislación del Profeta es una observación obligatoria para los musulmanes, según se desprende del Corán:
Quien obedeca al Mensajero habrá obedecido a Allah (Sura de las Mujeres, 4:80)
Y lo que os da el Mensajero tomadlo, pero lo que os prohíba dejadlo (Sura de la Concentración, 59:7)
Así, cualquier musulmán o musulmana que pueda entregar cuatro saa de grano o alimentos (equivalentes a 2 kilos y cuatrocientos gramos) por uno mismo y los que de uno mismo dependen (por cada miembro de la familia), siempre que le quede provisión para él y los que de él dependen para un día y una noche, debe pagarlo. No hay que pagar por los no natos, en el caso de la mujer embarazada. En general, los ulemas acuerdan que no debería entregarse dinero, pues la tradición o sunna del Profeta indica que siempre se trató de alimentos, y esto pertenece a la herencia cultural islámica.
El azaque de Ramadan no es solamente un acto de caridad, sino que tiene otras enseñanzas: es un derecho de los más pobres, que no se ven así obligados a pedir limosna en la ocasión feliz de la festividad del Aid. Además, ayuda al ayunante a purificar cualquier falta cometida durante Ramadan. También es una expresión de agradecimiento a Allah por ayudar al creyente a pasar otro Ramadan. En un hadiz compilado por Abu Dawud se cuenta que Ibn Abbas dijo: “El Profeta ha impuesto la obligación del Zakat al Fitr como purificación de los errores y faltas, y para proveer a los pobres. Quien lo da antes de la oración del Aid se le acepta como Zakat, pero quien lo da después, es sólo caridad, como cualquier otra limosna”.
Se recomienda entregar alimentos que puedan almacenarse: arroz, harina, dátiles, pasas, etc. Como este Zakat tiene un propósito determinado, debe entregarse en un momento determinado, y es antes de la salat de Aid al Fitr, pues dijo el Profeta que se les diese y se les enriqueciese para que ese día no estuvieran necesitados o pidiesen. En otro hadiz, Ibn Umar dijo que quien dé el azaque antes de la Salat del Aid, le será aceptada, pero si se da después, será simplemente una limosna ordinaria. Así pues debe ser entregado y distribuido antes de la azalá de Aid al Fitr.
Hay que tener presente el propósito de Zakat al Fitr y el día del Aid, y que todos los musulmanes, ricos y pobres, han ayunado durante el mes de Ramadan buscando la misericordia de Allah. Por tanto, el día de la fiesta, es justo y conveniente que todos los musulmanes tengan alimentos para comer para que las diferencias en riqueza queden a un lado. Dar alimentos es también un medio más personal y vecinal de ayuda, que fortalece los lazos sociales entre los musulmanes. Así, los musulmanes tenemos que estar activamente involucrados en nuestras relaciones, y preocupados por el bienestar de nuestros hermanos.
Quien entrega el azaque está agradeciendo a Allah su munificencia y la concesión del éxito en el ayuno y las oraciones nocturnas. El musulmán concluye el ayuno buscando la baraka, la bendición, y la recompensa del azaque. Igualmente, se les provee a los más necesitados para que no sufran necesidad ese día del Aid, que es una alegría de la Generosidad de Allah.
El azaque debe ser entregado en el lugar donde se encuentre el musulmán, fuera en casa o de viaje. Si no conocemos ningún necesitado, podemos nombrar a alguien que entregue nuestro azaque en nuestro nombre a las personas que lo necesiten en el país donde se encuentren. Los que reciben el azaque deben ser musulmanes necesitados o endeudados. Debe entregárseles el azaque en consideración a sus necesidades; y de acuerdo con el hadiz de Ibn Umar que narró que dijo el Profeta: “Que sea suficiente para este día…“, el azaque puede repartirse a más de una persona necesitada o entregarlo todo a la misma.
Allah nos ha impuesto el amor por nuestros hermanos musulmanes y que nos ayudemos y nos preocupemos los unos por los otros espiritual, física y materialmente. Debemos tomarnos el tiempo necesario para comprometernos con nuestra comunidad, encontrar a los que estén necesitados y ayudarles según la sunna del Mensajero de Allah. Está prohibido envidiar a aquellos a quienes Allah ha otorgado ciertos favores, y no hay ninguna vergüenza en ser pobre en este mundo. Lo único importante para Allah es nuestra piedad y nuestra rectitud. Si Allah quiere, él nos concederá fuerza y energía para estar unidos durante este mes y para compartir con los demás este Aid. Que Allah nos de su misericordia y sus bendiciones y nos guíe hacia el Camino Recto.