Autor: Islamweb
Los musulmanes debemos tener temor de Allah y extraer lecciones de lo que Allah nos Ha dicho en el Noble Corán con respecto a los Profetas y Mensajeros de Allah y las naciones anteriores.
Dice Allah:
“En su historia hay una lección para los que saben reconocer lo esencial. Y no es un relato inventado, sino una confirmación de lo que ya tenían, una aclaración precisa de casa cosa y una guía y una misericordia para la gente que cree” (Sura de Yusuf, 12:111).
Y entre las historias que Allah nos Ha narrado en Su Libro, está lo que ocurrió en el mes de Allah, el sagrado mes de Muharram, y es la historia del Profeta Musa (Moisés), la paz sea con él, y el Faraón, el tirano de Egipto. Allah, el Todopoderoso, Dijo:
“Te vamos a contar, con la verdad, parte de las noticias de Musa y de Firaún, para la gente que cree. Realmente Firaún fue un tirano altivo en la Tierra. Dividió a sus habitantes en clases y subyugó a una parte de ellos, degolló a sus hijos y dejó vivir a las mujeres. Era un corruptor. Y quisimos favorecer a los que habían sido subyugados en la Tierra, hacerlos dirigente y convertirlos en herederos. Les dimos sitio en la Tierra y en ellos le hicimos ver a Firaún, a Haman y a sus huestes lo que se temían” (Sura del Relato, 28:6).
El Faraón dominó al pueblo de Israel y los esclavizó, matando a sus hijos varones recién nacidos y dejando con vida a las mujeres. La razón por la que cometió este acto criminal fue el temor de que la verdad saliera a la luz por medio de uno de esos niños recién nacidos. El pueblo de Israel sabía, de acuerdo con lo que les fue transmitido por el Profeta Ibrahim (Abraham), la paz sea con él, que alguien de su linaje destruiría al rey de Egipto. Esta buena noticia era famosa entre ellos y se hizo conocida para el Faraón. Entonces, ordenó a sus soldados matar a todos los niños recién nacidos del pueblo de Israel, para así mantenerse a salvo de la destrucción.
Sin embargo, todas las precauciones que tomó no fueron suficientes para protegerse de lo que Allah Quería, que era que ese bebé recién nacido se criara dentro de la casa del mismo Faraón. Las Voluntad de Allah no puede detenerse por medio de ningunas precauciones, y Su Poder conquista cualquier cosa. Así, Allah Decidió que el Profeta Musa naciera a salvo, que se librara de ser asesinado y que además fuera criado en la propia casa del Faraón, bajo la protección de Allah, hasta que fuera adulto.
Más tarde, Musa, la paz sea con él, accidentalmente mató a una persona de la gente del Faraón. Entonces, tuvo miedo de ser capturado y asesinado por esto, así que huyó a la tierra de Madian. Vivió allí por algún tiempo, se casó y regresó a Egipto. En el camino de regreso, Allah Le hablo (por revelación) y le Dijo que él era un Profeta y el Mensajero para el Faraón. Allah Le dio muchas señales mediante las cuales sería reconocido como el Profeta de Allah.
Musa, la paz sea con él, fue ante el Faraón y le mostró las señales de Allah, pero el Faraón era arrogante y soberbio. Dice Allah:
“¿Te ha llegado la historia de Musa? Cuando tu Señor lo llamó en el valle purificado de Tuwa: ¡Ve a Firaún que ha ido más allá de los límites! Y dile: Te llamo a que te purifiques, y a que te dejes guías a tu Señor y a que tengas temor de Él. Y le hizo ver el mayor de los signos. Pero negó la realidad y desobedeció, luego se desentendió y actuó. Y convocó y proclamó diciendo: Yo soy vuestro señor supremo” (Sura de los que Arrancan, 79:15-24).
El Faraón alegó que las señales que trajo Musa, la paz sea con él, eran solo magia y que él tenía magos que sobrepasarían a la magia de Musa. Entonces, el Faraón reunió magos de su reino y presentaron su magia. Musa, la paz sea con él, presentó las señales que Allah le Había dado.
Dice Allah:
“Y le Revelamos a Moisés: Arroja tu vara, y anulará lo que hicieron. Y se evidenció la verdad y también lo vano que habían hecho [porque solo era una ilusión]. Y fueron allí vencidos [los magos] y quedaron humillados. Y se postraron los magos [al percibir la verdad]. Dijeron: Creemos en el Señor del Universo, el Señor de Moisés y de Aarón” (Sura Al-‘Araf, 7:118-122).
En ese momento, el Faraón decidió probar un plan diferente, que involucraba el miedo, la fuerza y la venganza. Allah le Ordenó a Musa, la paz sea con él, que sacara a todos los creyentes de Egipto y los llevara donde Allah Le mostrara. El Faraón reunió a su ejército, que estaba compuesto por cerca de un millón de soldados, de acuerdo con algunas referencias, y persiguió a Moisés y a su gente con la esperanza de destruirlos completamente. Musa, que Allah esté complacido con él, llegó hasta el mar, con el Faraón y su ejército tras él. Los creyentes estaban asustados porque el mar estaba en frente de ellos y el enemigo atrás.
Dice Allah:
“Y cuando los dos grupos se divisaron, los seguidores de Moisés exclamaron: ¡Seremos alcanzados! Dijo [Moisés]: ¡No, no nos alcanzarán! Pues mi Señor está conmigo, y Él me Indicará [qué hacer para salvarnos]” (Sura de los Poetas, 26:61-62).
Allah nunca abandona a quien está cerca de Él. Allah ordenó a Musa, la paz sea con él, que golpeara el mar con su bastón. Así lo hizo y el mar se abrió para que ellos cruzaran. Dice Allah:
“Le Ordenamos a Moisés [diciéndole]: Sal de noche con Mis siervos, y abre [por Mi voluntad] el mar dejándoles un camino de tierra firme [por donde puedan huir del Faraón y sus huestes], y no temas que os alcancen ni tampoco morir ahogados” (Sura Ta, Ha 20:77).
Musa, la paz sea con él, caminó a través del sendero que se había abierto en el mar junto con su gente hasta llegar al otro lado; entonces, todos los soldados del Faraón comenzaron a cruzar también. En ese momento, Allah ordenó al mar que colapsara sobre ellos, ahogando al Faraón y a su ejército.
Esa fue la victoria de la verdad sobre la falsedad. La profecía de Allah se hizo realidad: Él Dio la victoria a la gente de Musa, la paz sea con él, sobre el Faraón y su ejército. De esta historia, podemos ver cómo la verdad siempre sale victoriosa a pesar del poder que pueda tener o aparentar la falsedad. La falsedad tiene su tiempo limitado, pero la verdad siempre es victoriosa.
Esta historia debe enriquecer los corazones de los creyentes y darles firmeza ante sus enemigos, sin importar lo fuertes que ellos parezcan ser. El creyente también debe beneficiarse de esta historia al comprender que la gente de la falsedad sostiene que ellos están en el camino correcto y que están llamando a la gente a la verdad. De hecho, ocurre exactamente lo opuesto: ellos están confiando en mentiras y engaños.
Este grandioso evento –la victoria que Allah le Dio a Musa, la paz sea con él, y a los creyentes sobre el Faraón y su ejército– ocurrió el día 10 del sagrado mes de Muharram, y ese día es llamado ‘Ashura. Este es un día que tiene un gran mérito. El Profeta Musa, la paz sea con él, ayunó en ese día y ordenó a su gente que ayunaran.
También, nos beneficiamos de la historia del Profeta Musa, la paz sea con él, aprendiendo que es Sunnah de los Profetas agradecer y glorificar a Allah en tiempos de paz y cuando se obtiene la victoria sobre los enemigos. El Profeta Musa, la paz sea con él, ayunó el día 10, el día en que Allah Dio la victoria a sus seguidores sobre el Faraón, y esta es otra señal de que la verdad siempre vencerá a la falsedad.
Fuente: http://www.islamweb.net/esp/index.php?page=articles&id=155780