Autor: Dr. Sam Deeb
Las enseñanzas de Muhammad para preservar nuestro entorno
Muhammad abogaba por un mundo verde: Muhammad relacionaba el preservar nuestro entorno con creer en Dios. Como todo el mundo pertenece al reino de Dios, no podemos dañar el entorno. Maltratar el entorno (suelo, plantas, animales y aire) y malgastar sus valiosos recursos naturales no es aceptable. Dijo:
“Cualquier musulmán que siembre una semilla y que esta crezca hasta una altura determinada, de modo que tanto animales, pájaros o personas puedan sacarle un provecho o servirles de alimento, entonces dicha acción se considera como una Sadaqa (un acto de caridad que es recompensado por Dios)” (Bujari (2320) y Muslim (1552).
Los recursos naturales constituyen un equilibrio perfecto: Muhammad enseñó a sus seguidores que todos los recursos naturales han sido creados por Dios y que fueron establecidos por Él en perfecto equilibrio. Dios dijo en el Sagrado Corán que fue revelado a Muhammad:
“Es cierto que hemos creado cada cosa en una medida” (Sura de la Luna, 54:49)
“Cada cosa, junto a Él, es según una medida”. (Sura del Trueno, 13:8)
“Es la obra de Al·lah que ha hecho magistralmente todas las cosas” (Sura de las Hormigas, 27:88)
Todo hombre tiene los mismos derechos con respecto a los recursos naturales: Los recursos naturales son un regalo de Dios para la humanidad. Nadie puede tener el monopolio sobre ellos. Se contaba que Muhammad decía que la cantidad de agua, hierba y fuego (energía) (Narrado por Imán Ahmad y Abu Dawûd) se reparte por igual entre las personas (exceptuando lo que había sido privatizado de forma oficial).
«No dañar» es una norma general: Muhammad estableció una regla general para proteger los recursos naturales y las personas y preservar así el medio ambiente cuando dijo a sus compañeros: “No debéis causar ningún perjuicio ni ser perjudicados” (Narrado por Nawawi, Mazini – Muwatta).
Muhammad ponía énfasis en el hecho de racionar el agua y condenaba el despilfarro y su mal uso: Muhammad manifestó a un compañero (que estaba haciendo la ablución) que no malgastara el agua aunque se hallara cerca de un río donde el agua corre libremente (Narrado por Imán Ahmad y Ibn Mayeh). En otra ocasión, Muhammad dijo a sus compañeros que no contaminaran las agua estancadas u orinaran en ellas (Narrado por Nasâ’i, Imán Ahmad y Ibn Mayeh). Dios dijo en el Sagrado Corán:
¿Y que hemos hecho a partir del agua toda cosa viviente? (Los profetas, 30:21)
Verdaderamente los derrochadores son hermanos de los demonios y Satanás es ingrato con tu Señor. (El Viaje Nocturno, 27:17)
Y comed y bebed, pero no os excedáis. Es cierto que Él no ama a los que se exceden. (Al-‘Araf, 31:7)
El valor del medio ambiente: Muhammad animaba a la gente a que dieran importancia al medio ambiente aunque el universo estuviera colapsando y aunque la vida de este planeta hubiese llegado a su fin. Dijo: «Cuando llegue la Hora (el fin de la vida en este mundo), si alguien tiene una semilla en sus manos y puede sembrarla, que lo haga (Narrado por Bujâri) Las personas que creen en Dios deben valorar el medio ambiente y preservarlo. A Dios no le agradan aquellos que dañan la tierra y destruyen cosechas y ganado (El Corán, Capítulo 2, Versículo 205)
Busca en lo que Al·lah te ha dado la morada de la Última Vida sin olvidar tu parte en ésta, y haz el bien igual que Al·lah lo hace contigo y no busques corromper la tierra; es cierto que Al·lah no ama a los corruptores. (El relato, 77:28)
Muhammad hacía un llamamiento al buen trato de los animales: Estaba en contra de retener, confinar o limitar a los animales sin una razón justificada. Además, no le gustaba que los animales estuviesen atados o que se les golpeara en la cara. Recurría a diferentes tipos de enseñanza para subrayar el buen trato a los animales (por ej. un estilo instructivo directo, un estilo indirecto mediante la narración de una historia y el estilo práctico mediante la actuación en casos reales). Tanto animales como criaturas forman parte de comunidades como nosotros: Muhammad transmitió las palabras de Dios en este contexto:
“No hay criatura de la tierra, ni ave que con sus alas vuele que no forme comunidades parecidas a las vuestras. No hemos omitido nada en el Libro. Luego serán reunidos para volver a su Señor.” (El ganado 38:6)
Fuente: ‘Muhmmad: Guía de bolsillo y biografía ilustrada’