Autor: Dr. Zeyd Ali Merenkov y Redaccion NM
Para un musulmán de esta época, el periodo de las vacaciones de Navidad puede ser uno de los más estresantes debido a las diferencias de actitud respecto a las celebraciones y el status quo. Incluso en países de tradición musulmana puede llevar a haber malentendidos de estos asuntos con vecinos cristianos. El siguiente ensayo es un intento de salvar las distancias y dar luz a la postura del Islam y los musulmanes en estos asuntos.
La palabra Navidad tiene su origen en el término “Nativitate”. Este era el nombre dado al servicio religioso celebrado el 25 de diciembre para conmemorar el nacimiento de Jesús, que Allah eleve su nombre. No existe información exacta respecto al día ni el año de su nacimiento. Una de las razones para dicha incertidumbre es que las narraciones del Nuevo testamento de Mateo y Lucas fueron escritas varias décadas después del evento sin especificar fechas exactas.
Muchos de entre los Cristianos no son conscientes de que gran parte de la celebración de Navidad tiene de hecho un origen pagano. Los romanos celebraban la fiesta del Sol Naciente Invencible el 25 de diciembre. Los primeros padres de la iglesia eligieron dicho día para celebrar el nacimiento de Jesús que Allah exalte su nombre.
La costumbre de dar regalos es la más antigua asociada a la Navidad, más que la celebración en sí misma. Cuando las festividades de Navidad fueron establecidas en Diciembre, fue al menos en parte, con la intención de competir o sustituir los antiguos ritos paganos celebrados en las mismas fechas. Los romanos por ejemplo celebraban las Saturnales el 17 de diciembre. Era una fiesta para extender alegría y compartir regalos. Dos semanas más tarde en el año nuevo romano el 1 de Enero las casas eran decoradas con follaje y luces, y se daban regalos a los niños y los pobres. Este tipo de costumbres se extendieron cuando las tribus germánicas europeas fueron aceptando el cristianismo.
Los antiguos festivales de invierno pre-cristianos usaban el follaje verde, las luces y el fuego para simbolizar la vida y la calidez en medio del frio y la oscuridad. El uso de arboles de hoja perenne y guirnaldas como símbolos de vida era una antigua costumbre de Egipcios, Chinos y Hebreos entre otros grupos. La adoración de los arboles era una característica religiosa común entre Teutones y Escandinavos del norte de Europa anterior a su conversión al Cristianismo. Decoraban sus casas y graneros con vegetación de hoja perenne el día de año nuevo para ahuyentar a los demonios y a menudo también ponían arboles para cobijar a los pájaros en invierno. Para estas gentes del norte de Europa la celebración de invierno era el momento más feliz de año pues implicaba que el día más corto del año, el Solsticio de invierno, había pasado, significando así que los días serian más largos y luminosos.
Hoy en día la Navidad es más que un día de celebración, es parte de una época de vacaciones que abarca como mínimo todo el mes de Diciembre. De hecho es también parte esencial del ciclo económico pues constituye un importante periodo de ventas en el año.
La cuestión principal en este asunto para los musulmanes esta en el hecho de celebrar o no la Navidad. Hoy en día se enfatizan los aspectos no religiosos de la fiesta y la necesidad de ajustarse a las costumbres sociales con el fin de encajar y prosperar en la sociedad. En múltiples ocasiones se ha llamado a olvidad la Navidad como una fiesta religiosa y solamente considerarla como un evento social. En muchos entornos de negocios y empresas es costumbre la celebración de todos los empleados en estos días, implicando signos de ostracismo y exclusión el hecho de no participar.
Por supuesto estos conflictos también están presentes en los niños. Son bombardeados con multitud de anuncios de juguetes y esencialmente adoctrinados para esperar algo “bajo el árbol” el día de Navidad. Uno debe admitir que el brillantemente iluminado y multicolor árbol de navidad es una visión atractiva, todavía mas tentadora si la acompañan numerosos regalos envueltos bajo el.
Para los musulmanes todas y cada una de las cosas que hacemos son parte de nuestra adoración al Único, y Supremo Dios. Nada está exento, no hacemos distinción entre lo religioso y lo secular. De hecho el termino religión no se adecua al termino Árabe “Din” que tiene un significado mucho más amplio.
La base de nuestro código moral es el Corán, la única revelación intacta, y la transmisión estrictamente autentificada de aquellos que conocieron al Mensajero Muhammad la paz las bendiciones de Allah sean sobre él, conocida como Hadith. En otras palabras nosotros los musulmanes seguimos el ejemplo del Profeta Muhammad la paz las bendiciones de Allah sean sobre él, y sobre este ejemplo basamos todas nuestras prácticas de vida diarias.
Estrictamente Hablando para los musulmanes existen dos fiestas, los dos Eids: Eid al Fitr, la fiesta de la ruptura del ayuno inmediatamente después del final de Ramadán y el Eid al Ad’ha, la fiesta del sacrificio en la fecha de la peregrinación.
Los musulmanes profesan por Jesús un gran respeto como uno de los más grandes profetas. Aun así puede parecer intolerante para los cristianos que los Musulmanes no celebren o les acompañen en el sentimiento de celebración durante la Navidad. Aun así es precisamente por este respeto hacia Jesús, que Allah eleve su nombre, que nos negamos a participar en sus prácticas. No podemos aprobar prácticas que a nuestra vista tergiversan a Jesús y ayudan a hacer de él un foco de adoración como una figura divina. En añadidura, las anteriores evidencias muestran que multitud de esas prácticas no tienen relación con Jesús sino que al contrario son de origen pagano.
Por lo que preguntamos. ¿Necesitamos celebra el solsticio de invierno? ¿Tememos que el sol no vuelva a nosotros tras este periodo frio y oscuro? ¿Son las costumbres paganas y los símbolos de renovación un aviso necesario para nosotros de que la primavera regresará de nuevo? ¿Es el materialismo de esta época, tan evidente hoy en día, algo digno de emulación?
El Corán expone las cosas más importantes a celebrar:
“Ten pues paciencia con lo que dicen y glorifica a tu Señor con la alabanza que le es debida antes de la salida del sol y antes de su ocaso, así como en parte de las horas de la noche. Y en los (dos) extremos de la claridad diurna glorifícalo también, tal vez quedes satisfecho.
Y no dirijas tu mirada hacia los placeres que hemos dado a algunos de ellos como la flor de la vida para ponerlos a prueba. Y la provisión de tu señor es mejor y más duradera. [Corán 20: 130-131]
Las creencias cristianas han distorsionado su enseñanza, por lo que, nosotros como musulmanes no podemos aprobar y no debemos participar en dichas prácticas. Es necesario enfatizar que esto no es por falta de respeto hacia los cristianos, es más, es gracias a nuestro respeto y amor a Jesús, a la virgen María y a Dios mismo por lo que debemos negarnos.
En conclusión, Rezo para que recordemos lo que realmente debemos celebrar, es decir las bendiciones de nuestro Dios Supremo, tal y como queda dicho en el Corán:
“¿Es que no ves que a Allah lo glorifican cuantos están en los cielos y en la Tierra, así como las aves con sus alas desplegadas en el aire? Cada uno conoce su propia oración y su forma de glorificar. Allah sabe lo que hacen.
De Allah es la soberanía de los cielos y de la Tierra, hacia Él hay que volver” [Corán 24: 41-42]
Traducido y adaptado del ensayo de Dr. Zeyd Ali Merenkov, M.D.