Autor: Shaykh Abdalhaqq Bewley
Este es el sexto artículo de una serie de seis, para leer el quinto haga click aquí
Una forma significativa en la que el conocimiento de Allah afecta directamente a nuestras vidas cotidianas es en la cuestión del rizq, la provisión. Allah, ensalzado y bendecido sea, es ar-Razzaq, el Proveedor. Allah alimenta y sustenta todo lo que existe, incluidos nosotros. Esto significa que la energía que empleamos en obtener un medio de vida, tenga la forma que tenga, no es la causa que nos permite obtener lo que necesitamos. Allah es Quien nos provee. Y es crucial comprender las implicaciones que esto conlleva.
La cultura en la que vivimos –y ahora es ya evidente que hay un sistema económico único que llega a cada rincón del planeta- está absolutamente regida por la cuestión económica. Y como bien sabemos este sistema está más extendido y es más dominante que ningún otro en la historia en la humanidad. Ha obtenido su supremacía mediante el uso sin escrúpulos de técnicas financieras usureras que han atrapado al mundo en una red de bancos, mercados e instituciones financieras donde, tanto los individuos como las naciones, están atenazados por una espiral de deudas imposibles de pagar. La consecuencia directa de esta situación, es que en todo el mundo se define la vida humana y los ideales de las personas basándose en objetivos económicos.
En la escuela se enseña a los niños que sus carreras, sus puestos de trabajo en el futuro, es lo único que importa en la vida, y su educación está orientada hacia ese fin. El resultado es que la ansiedad sobre el empleo o el paro, sobre los ingresos o la falta de los mismos, es lo que ocupa las cabezas y los corazones de la gente y lo que constituye el tema principal de conservación. La manera en la que este orden global ha llegado a esclavizar a todo el mundo –tanto musulmanes como los que no lo son- es convenciéndoles de que su sustento depende del sistema tal y como es. Lo único que puede cortar esta red asfixiante y liberar a la gente, es la espada del Tawhid, el conocimiento verdadero de la Unidad Divina. La gente tiene que recordar que sus sustento depende solo de Allah y de ninguna otra cosa; según esta visión, lo que realmente debería importarles es, la consciencia de y la obediencia a, Allah, nuestro Señor y Creador
El esplendor y la gloria del tawhid no están basados en que es una ciencia intelectual asombrosa, que sin duda lo es, sino porque ha sido una realidad viva para muchas generaciones de musulmanes en todos los rincones del mundo, del mismo modo que sabemos que lo será para las futuras. A nuestra generación compete recuperar el tawhid de la manera más auténtica.
Fuente: Libro ‘Islam: creencias y prácticas básicas‘.