La esencia del Islam

Por: Hasan Lan y Rmazy Ajem

Durante toda la historia Dios ha mandado Profetas y Mensajeros a diferentes naciones y tribus, todos con el mismo mensaje, la esencia del Islam: 

¡Gente mía! Adorad a Allah, fuera de Él no tenéis otro dios! (Al Araf, 7:59)

El Mensajero final, el Profeta Muhammad, que la paz sea con él, fue enviado a todala humanidad para reafirmar este mensaje de unidad de Dios y para guiarlos de vuelta a la adoración basada en la revelación que él recibió.

Esta adoración requiere humildad frente al Creador y sumisión sincera a Su voluntad, y esto es el mensaje y la esencia del Islam. La sumisión verdadera llega después del reconocimiento de la Divinidad seguido de la aceptación y contentamiento con el mandato divino interna y externamente.

El Misericordioso dice al Profeta:

Di: Si amáis a Allah, seguidme, que Allah os amará y perdonará vuestras faltas. Allah es Perdonador y Compasivo. (La familia de Imran, 3:31)

El corazón humano experimenta paz y serenidad cuando sus deseos e inclinaciones se alinean, finalmente, con la revelación Divina. El perseverar en el camino de la adoración da lugar a una dulzura y delicia que en quien la prueba que produce un deseo y adhesión al Amado.

Los cinco pilares

Como sabemos del Hadiz de Gabriel, la sumisión a Dios empieza con la declaración de que Él es uno y único y que Muhammad es su Mensajero. Este primer pilar fundamental, la Shahadah, nos abre un camino hacia una vida de significado y propósito.

Una vez que este pilar estructural está establecido, los siguiente pilares que mantienen la estructura de nuestra vida religiosa son la oración ritual (Salah), el pago de dádivas (Zakat), el ayuno en el mes de Ramadán, y la peregrinación al Hayy.

La devoción a Dios significa el cumplimiento de estos cinco pilares. Pero para poder llevar a cabo estas acciones de forma correcta, se debe empezar por adquirir el conocimiento necesario.

La importancia del conocimiento

En el Corán Dios anima a los creyentes a buscar el conocimiento:

 Allah elevará en un grado a los que de vosotros crean y a los que han recibido el conocimiento. Allah sabe perfectamente lo que hacéis. (La Discusión, 58:11)

Desde la primera revelación: ¡Lee en el nombre de tu Señor que ha creado! (96:1) Dios hizo del Islam una religión de conocimiento y enseñanza. Los musulmanes han viajado siempre a lo largo y ancho del mundo buscando conocimiento de acuerdo con la indicación del Profeta, que la paz sea con él:

“La búsqueda de conocimiento es obligatoria para todo musulmán”.

El punto de partida fundamental para aquellos que desean buscar el conocimiento es la adquisición de un conocimiento correcto. La adoración ee un acto consciente de acercamiento a Allah a través de lo que nos ha revelado, por lo que aprender cómo adorarle es esencial.

Entonces ¿qué es de aquellos que no ha tenido la oportunidad de aprender? Por su Misericordia, Dios no los hará responsables de aquello sobre lo que no tenían conocimiento, aunque su obligación de aprender sigue estando en pie. El Profeta dijo:

“La cura de la ignorancia es preguntar”

El Islam tiene una rica historia de erudición y una extensa tradición legal. En todo momento desde el principio, eruditos con un conocimiento correcto han respondido las preguntas difíciles procedentes de las diversas comunidades de creyentes. El Profeta dijo:

“Los eruditos son los herederos de los profetas”.

El vasto horizonte de la enseñanza islámica está adornado con constelaciones de grandes eruditos en todos los campos quienes muestran a quiene buscan el camino la verdad y el éxito. Estos hombres y mujeres adquirieron su conocimiento con buenas maneras (Adab), un gran esfuerzo y un estudio cuidadoso con aquellos que recibieron el conocimiento del Profeta a través de una cadena ininterrumpida de maestros. Respetan aquello que se les ha confiado, practican lo que ha aprendido y comparten los tesoros de su sabiduría con otros.

A pesar de que hay mucho conocimiento que adquirir deberíamos empezar por aprender lo que necesitamos para cumplir con nuestras obligaciones, como hacer la oración. A medida que ponemos en práctica lo que aprendemos, podemos incrementar nuestro conocimiento de forma gradual. Se ha transmitido: “Quien practica lo que sabe, Dios le enseña lo que no sabe”. El aprendizaje forma una parte integral de la vida del musulmán.


Fuente: Libro: “El camino revelado“. Traducido y editado por NewMuslim.net

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