Las virtudes de los primeros diez días del mes de Dul Híyyah

Las virtudes de los primeros diez días del mes de Dul Híyyah

Las virtudes de los primeros diez días del mes de Dul Híyyah

Autor: Sheikh Muhammad Salih al-Munajjid

Entre las estaciones más importantes para la religión musulmana están los primeros diez días del mes de Dul Híyyah, a los cuales Dios ha concedido una importancia especial. Se narró que Ibn Abbás (que Dios esté complacido con él) dijo que el Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay días en los que las obras piadosas sean más amadas por Dios que en estos diez días”. Le preguntaron: “¿Ni siquiera la lucha por la causa de Dios?”. Él respondió: “Ni siquiera la lucha por la causa de Dios, a menos que un hombre vaya a ella con todas sus riquezas y vuelva sin nada”. Narrado por al-Bujari, 2/457. 

También se narró de Anas (que Dios esté complacido con él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay obra mejor ante Dios ni mejor recompensada que la realizada en los primeros diez días de Al-Ad há”. Le preguntaron: “¿Ni siquiera la lucha por la causa de Dios?”. Él respondió: “Ni siquiera la lucha por la causa de Dios, a menos que un hombre vaya a ella con todas sus riquezas y vuelva sin nada”. Narrado por Ad-Dárimi, 1/357; su cadena de transmisión es buena, como se afirmó en Al-Irwa’, 3/398. 

Estos textos y otros indican que estos diez días poseen una gran virtud, y que son mejores que otros días del año. Pero las últimas diez noches de Ramadán son mejores aún que estos días, porque incluyen la Noche del Decreto, que es mejor que mil meses. Consultar el Tafsir Ibn Kázir, 5/412. 

Por lo tanto el musulmán debe comenzar estos días con sincero arrepentimiento hacia Dios, y hacer abundantes obras rectas, como las siguientes: 

1 – Ayuno. Es parte del ejemplo del Profeta ayunar en los primeros nueve días del mes de Dul Híyyah, porque el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) nos incentivó a realizar obras piadosas en estos días, y de todas las obras piadosas el ayuno es la que Dios ha escogido para sí, como se relata en este reporte: “Dios dijo: “Todas las obras que le he encomendado a los hijos de Adán son para él, excepto el ayuno, que es para Mí, y por el cual Yo lo recompenso”. Narrado por al-Bujari, 1805. 

Se narró de Hunaidah ibn Jálid, de su esposa, que una de las esposas del Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “El Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) solía ayunar el noveno día de Dul Híyyah y el día de ‘Ashurá’, y tres días de cada mes: el primer lunes del mes, y dos jueves”. Narrado por An-Nasá’i, 4/205, y por Abu Dawud. Clasificado como auténtico por al-Albani en Sahih Abu Dawud, 2/462. 

2 – Alabar, glorificar, magnificar a Dios, y declarar Su unidad absoluta abundantemente. Es parte de la Tradición Profética magnificar a Dios recitando “Alláhu Ákbar (Dios es el Más Grande), alabar a Dios recitando “Al hámdu lilláh” (Alabado sea Dios), afirmar Su unidad absoluta recitando “La iláha ílla Allah (No hay más divinidad que Dios), y glorificarlo recitando “Subhana Allah” (Glorificado sea Dios), diciendo estas palabras en voz alta en las mezquitas, en el hogar, en las calles, y en cada lugar en el que es permisible rememorar a Dios, porque realizar este acto de culto implica proclamar abierta y públicamente la grandeza de Dios. Los hombres deben recitar esto en voz alta, y las mujeres en voz baja. 

Dios dijo (traducción del significado):

“Para que den testimonio de los beneficios que han recibido y mencionen el nombre de Allahen días determinados sobre los animales de rebaño que les ha proporcionado. Así pues comed de ellos y alimentad al desvalido y al necesitado” (Sura de la Peregrinación, 22:28). 

La mayoría de los eruditos sostienen que los “días designados” son los primeros diez días del mes de Dul Híyyah, de hecho esta opinión se narró de Ibn ‘Abbás (que Dios esté complacido con él). 

Se narró también de ‘Abd Allah ibn ‘Umar (que Dios esté complacido con él) que el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) dijo: “No hay días más grandiosos ante Dios ni en los cuales las obras piadosas sean más amadas para Él, que estos diez días, por lo tanto glorifiquen, magnifiquen y alaben a Dios abundantemente durante ellos”. Narrado por Áhmad, 7/224; su cadena de transmisión fue clasificada como auténtica por Áhmad Shákir. 

Una de las oraciones más conocidas para magnificar a Dios es la siguiente: “Alláhu Ákbar, Alláhu Ákbar, la iláha ílla Allah; Alláhu Ákbar, Alláhu Ákbar, wa lilláhi al-hámd” (Dios es Grande, Dios es Grande, no hay más divinidad que Dios; Dios es Grande, Dios es Grande, y para Él es toda alabanza). Y se han narrado otras redacciones también. 

Esta oración de la Tradición Profética ha sido parcialmente abandonada por muchos musulmanes en la actualidad, especialmente al comienzo de estos diez días. Raramente uno la oye hoy en día. Debe ser recitada en voz alta, y esto trae una gran recompensa, porque es también una forma de revivir la Tradición Profética y recordar a la gente desatenta que la ha descuidado. Se ha probado que Ibn ‘Umar y Abu Hurairah (que Dios esté complacido con ambos) solían ir al mercado durante los primeros diez días de Dul Híyyah y recitaban esta oración es voz alta, y la gente recordaba y los imitaba cuando los oían. 

Revivir las tradiciones que enseñó el Profeta Muhámmad (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él) traen enormes recompensas, tal como él lo dijo: “Quien revive una tradición que yo enseñé luego de que yo haya muerto, obtendrá una recompensa igual a la de cada persona que la practique, sin que esto reste la recompensa de ellos en nada”. Narrado por at-Tirmidi, 7/443; este reporte está clasificado como bueno, a causa de otros que lo corroboran. 

3 – Realizar las peregrinaciones mayor y menor. Otra de las grandes obras para realizar durante estos días naturalmente son las peregrinaciones mayor y menor a la Sagrada Casa de Dios. Aquél a quien Dios ayuda a realizar la peregrinación a Su Casa para realizar los rituales requeridos, será incluido si Dios quiere en las palabras del Mensajero de Dios (que la paz y las bendiciones de Allah sean con él): “Una peregrinación aceptada por Dios trae una recompensa no menor que el Paraíso”. 

4 – Sacrificar un animal. Una de las obras piadosas que una persona puede hacer durante estos diez días es sacrificar un animal para ser repartido entre los pobres, o gastando dinero en la causa de Dios. 

Apresurémonos entonces a aprovechar la enorme bendición de estos días, antes de que los negligentes lamenten sus descuidos y sea demasiado tarde.

Fuente: http://islamqa.com/es

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